El político liberal alemán Thomas Kemmerich fue elegido este miércoles primer ministro del estado federado de Turíngia (este del país) con los votos de la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD).

La elección de Kemmerich significa en la práctica el fin del cordón sanitario, el bloqueo del resto de los partidos con representación parlamentaria, a la AfD en Alemania.

Kemmerich fue elegido en tercera vuelta con 45 votos frente a los 44 obtenidos por el hasta ahora primer ministro Bodo Ramelow, del partido de La Izquierda.

Ramelow quería ser reelegido tras lograr un acuerdo de coalición con el Partido Socialdemócrata (SPD) y Los Verdes aunque no tenía mayoría absoluta en el parlamento.

En la tercera votación le hubiera bastado la mayoría simple que había obtenido en las dos primeras rondas en las que su único rival había sido el independiente Christoph Kindervater, que se presentaba con el apoyo de la AfD.

DILEMA DE LA CDU

La Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de la cancillera Angela Merkel, estaba en un dilema puesto que había decretado que no habría cooperación alguna ni con la AfD ni con el Partido de la Izquierda.

Kemmerich había anunciado que presentaría su candidatura en la primera ronda siempre y cuando Kindervater mantuviera también su candidatura.

Finalmente, sin embargo, todos los diputados de AfD votaron por Kemmerich, al igual que la mayoría de los de su partido y de los de la CDU.

Ramelow obtuvo tres votos más que los de los tres partidos que lo apoyaban.

El presidente de la CDU en Turíngia, Mike Möhring, justificó el voto de la mayoría de su grupo parlamentario argumentando que no podían negarse a apoyar un candidato de centro.

"En las dos primeras vueltas nos abstuvimos, en la tercera había un candidato de centro y no podíamos abstenernos. Sin embargo no somos responsables de las candidaturas de otros partidos ni de la forma como votan", dijo Möhring.

ASCENSO DE LA AFD

La Izquierda ganó claramente en los comicios celebrados en ese 'land' el pasado octubre, al alcanzar un 31% de los votos, casi tres puntos por encima de sus resultados del 2014.

La CDU cayó más de 11 puntos, para situarse en el 21,8%. Además de perder la posición de primera fuerza, el partido de la canciller quedó por detrás de la AfD, que dobló con creces sus resultados y se alzó con un 23,4%.

Esos comicios regionales confirmaron el alza ultraderechista en la mitad este del país. El pasado septiembre, la AfD se colocó como segunda fuerza en Brandeburgo y Sajonia, asimismo en el este, con un 23,5 y un 27,5%, respectivamente, y asimismo comandada por su ala más extremista.

Ramelow se convirtió en el 2014 en el primer representante de su partido al frente de un gobierno regional en Alemania. En los últimos cinco años gobernó en Turíngia en coalición con el Partido Socialdemócrata (SPD) y los Verdes y llegó a la elección avalado por el buen funcionamiento de este tripartito.