De la estación de Kowloon Oeste de Hong Kong partió el primer tren bala de la nueva línea que unirá en 48 minutos este centro financiero con la ciudad sureña de Cantón, en China, con una mega obra que tuvo sobrecoste de mil millones de euros y tres años de retraso.

"Este es un sueño cumplido que apuntala el acceso a la China continental y a su creciente red de alta velocidad de más de 22.000 kilómetros; pero para sus detractores, es una vía más por la que Pekín pretende privarle de su autonomía a Hong Kong", según explicó el diario El Mundo.

Entre sus ventajas, es que el tren no para en la frontera que separa ambos territorios para que los viajeros cumplan con los trámites de inmigración, también hay 105.000 metros cuadrados bajo jurisdicción directa de las autoridades comunistas de Pekín, que cuenta con sus propios agentes de policía y de aduanas a escasos metros del corazón de la terminal en Hong Kong.

Eso es posible gracias al acuerdo al que llegaron las autoridades de Hong Kong y Pekín antes de verano, que obliga a los pasajeros a mostrar su documentación a los agentes de inmigración chinos para que éstos realicen los controles.

LOS ACUERDOS LEGALES

En las estaciones y en el interior de los vagones, se regirán por las leyes de la China continental, mientras que el resto de la infraestructura estará bajo jurisdicción de la ex colonia británica., pero para algunos activistas y expertos legales, este arreglo no podría entrar en funciones, ya que Ley Básica de Hong Kong establece que no se aplicará ninguna ley de la China continental en suelo hongkonés, excepto "las relativas a defensa, asuntos exteriores y otros asuntos fuera de los límites" de la autonomía de la ciudad.

"Esta nueva estación y el acuerdo al que llegaron establece un precedente espeluznante de cómo es posible introducir leyes de China en Hong Kong sin ninguna base legal", resumió al respecto Chris Ng, representante del Grupo de Abogados Progresistas.

A su juicio, es "un ataque frontal" al modelo 'un país, dos sistemas' (que le garantiza a este territorio mayores libertades y derechos que a sus vecinos chinos) y un paso más en la pérdida de su singularidad. "Tener a estos agentes chinos en Hong Kong es una amenaza que se debe tener muy en cuenta", aseguró.

LOS COSTES FINANCIEROS Y SOCIALES

Pero eso no es todo, ya que los retrasos en las obras, los accidentes laborales y sobrecostes que la han convertido en una de las líneas férreas más caras del mundo (9.100 millones de euros), se une a los desalojos de varios pueblos para su construcción y esto ha causado gran controversia de esta obra.

Si a eso se le suma que no es una obra imprescindible -la ciudad ya cuenta con eficientes conexiones por aire, mar y tierra con la China continental- y que ha traído a policías chinos al centro de la ciudad, "es difícil que se gane el corazón de los más críticos", dicen los expertos.

CHINA ABSORBE A HONG KONG

Por si fuera poco, este año también está prevista la inauguración del viaducto de 55 kilómetros que unirá Hong Kong con Macao y Zhuhai, otro macroproyecto que ha costado cerca de 20.000 millones de dólares.

Ambas infraestructuras son parte de un plan más amplio y ambicioso conocido como el Área de la Gran Bahía, una zona estratégica alrededor del delta del río de la Perla promovida por Pekín que integrará a Macao y Hong Kong junto a nueve ciudades de la provincia de Cantón.

Como resultado de esta unión, nacerá un espacio de 70 millones de personas que para 2030, conformará la quinta economia más grande del mundo, una suerte de Silicon Valley a la china."En el futuro, ya no seremos hongkoneses, sino habitantes del Área de la Gran Bahía", declaró al respecto Jonathan Choi, presidente de la Cámara de Comercio de Hong Kong, al medio Hong Kong Economic Times.

"Por lo tanto, deberíamos centrarnos en la integración y no sólo en los intereses de Hong Kong", añadió el que también es miembro del máximo órgano asesor del parlamento chino. Pero como advirtió en una entrevista a Reuters el activista y fundador del Partido Democrático, Martin Lee, "Hong Kong quedará completamente sumergida en la Gran Bahía, y no sabemos cómo va a ser. Eso es lo preocupante, ya que seremos como una pequeña hormiga puesta dentro de una caja".