Alemania se ha despertado este martes con una trágica noticia. Al menos nueve personas han muerto y otras 150 han resultado heridas después de que dos trenes de pasajeros hayan colisionado frontalmente en las proximidades de la localidad de Bad Aibling, al sur del país.

El accidente ferroviario se ha producido alrededor de las 6:40 horas de la mañana en esta pequeña región del Estado de Baviera, a unos 60 kilómetros al sureste de Múnich. La policía ha apuntado que las víctimas han sido los dos conductores, dos revisores y cuatro pasajeros pero no han descartado que pueda haber más fallecidos. Algunos de los vagones de los dos convoyes han descarrilado por la potencia del impacto y eso hace sospechar a las autoridades que la lista de víctimas podría aumentar. Según los últimos informes también hay 18 heridos en estado crítico, 63 en estado grave y unos 90 con heridas más leves.

Los medios locales han remarcado que la tragedia habría podido ser aún peor. La mayoría de los pasajeros de los convoyes era gente que se dirigía al trabajo. Alemania celebra esta semana el Carnaval y las vacaciones de la festividad han evitado la presencia de menores en los trenes. La policía ha hecho un llamamiento masivo para donar sangre y ayudar así a los afectados. “Este es el peor accidente en años en esta región”, ha sentenciado Stefan Sonntag, portavoz de la policía.

CAUSAS DESCONOCIDAS

Un equipo de más de 250 especialistas en rescate y hasta ocho helicópteros se han aproximado al lugar del siniestro para investigar lo sucedido y ayudar a los pasajeros. Aunque aún se desconocen las causas del accidente la Deutsche Bahn, la compañía ferroviaria estatal, ha apuntado que en el lugar del accidente solo había una vía, lo que hace pensar en que pudo haber un problema de iluminación y señalización. "Necesitaremos bastante tiempo para aclarar lo que pasó", ha confesado Rainer Scharf, jefe de la policía de Baviera.

Todo indica a que ambos convoyes, que chocaron de frente, iban a alta velocidad. “El lugar del accidente es una curva, así que tenemos que suponer que los conductores no tuvieron contacto visual antes del choque y por lo tanto chocaron sin haber podido frenar”, ha explicado el ministro de transportes alemán, Alexander Dobrindt. A causa del fuerte impacto uno de los dos trenes terminó descarrilando y varios de sus vagones volcaron. Según añadió el miembro del ejecutivo germánico, la vía en la que se produjo el accidente tenía un sistema de frenado que activa detiene automáticamente cualquier tren que cruce una señal en alto.

Los dos trenes de cercanías pertenecen a la compañía Meridian, que ya ha puesto en marcha un servicio de autobuses para los pasajeros que pretendían viajar entre la línea que conecta Holzkirchen y Rosenheim y que ha quedado cortada a causa del percance. "El accidente ha sido una gran conmoción para nosotros. Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para ayudarles", ha apuntado el director de Bayerische Oberlandbahn, la empresa que opera Meridian, al portal Rosenheim24.de.