Dos Argelias colisionaron ayer en las elecciones presidenciales que elegirán al sucesor del histórico presidente Abdelaziz Buteflika. Por una parte, el pueblo que desde hace 10 meses protagoniza una inédita movilización popular en favor de una transición política que acabe con más de medio siglo de monopolio del poder en manos del Ejército. Y por otra parte, el viejo régimen militar que se opone a las reformas y, por tanto, a la introducción de Argelia en la senda democrática. A pesar del rechazo frontal de los argelinos a las urnas bajo eslóganes como No al voto, la hoja de ruta del Ejército se cumplió y numerosos interrogantes se plantean ahora: ¿Tendrá continuidad el régimen? ¿Seguirán las protestas pacíficas masivas hasta que terminen desinflándose? ¿o bien virarán hacia la violencia?

Lo que se ha podido sacar en claro, al cierre de esta edición, es que el pueblo argelino dio la espalda a las urnas con una baja participación que pone en cuestión la legitimidad de la convocatoria electoral. «Estas elecciones han sido rechazadas. No son legítimas al no producirse un diálogo inclusivo entre el hirak (movilización en árabe) y el régimen», señaló a este diario, Laurence Thieux, profesora e investigadora especializada en relaciones hispano-argelinas.

Varios miles de argelinos recuperaron la simbólica plaza de la Grand Poste, cerrada por la policía durante meses, en una protesta multitudinaria contra los comicios y en las ciudades de mayoría bereber Bejaia o Tizi Ouzu, los colegios electorales fueron directamente atacados. Varios jóvenes entraron en los centros de votación y lanzaron al aire todas las papeletas.

Los cinco candidatos que se presentan a las elecciones presidenciales están relacionados, directa o indirectamente, con el expresidente Buteflika. Se trata de los exministros Alis Benflis, de 75 años, jurista de formación; Abdelmaldjid Tebboune, de 73 años; y Abdelkader Bengrina, 57 años, vinculado al Movimiento de la Sociedad para la Paz (MSP), el principal partido islamista en Argelia; así como el médico Abdelaziz Belaid, de 56 años; y Azzedine Mihoubi, periodista y escritor de novelas a sus 60 años, que parte como favorito.

«Ninguno cuenta con credibilidad. Han llevado a cabo una campaña electoral casi a escondidas con promesas ridículas», añadió Thieux a este diario.