Tan solo 48 horas después de que los últimos atletas olímpicos abandonasen la ‘cidade maravilhosa’, la clase política de Brasil reabre las hostilidades con la reanudación del juicio político o ‘impeachment’ contra la presidenta apartada, Dilma Rousseff. Precisamente, la líder del Partido de los Trabajadores (PT) advirtió el miércoles durante un acto en Brasilia que el proceso contra su mandato nunca se detendrá ya que, en efecto, se trataría de una “farsa” tejida por la “elite brasileña” con el único objetivo de “enterrar las conquistas sociales” de las últimas décadas y iniciar “privatizaciones masivas” en sectores clave de la industria petrolífera y energética.

Lo cierto es que el juicio político contra Rousseff ha ido perdiendo fuerza con los meses y es muy posible que el temido "golpe suave" jamás llegue a ejecutarse. Según el diario 'O Estado de Sao Paulo', lossenadores partidarios de la destitución definitiva de Rousseff estarían muy lejos de sumar los 54 votos necesarios, es decir, una mayoría de dos tercios de los 81 miembros de la Cámara Alta. Por el contrario, apenas 48 de ellos se habrían manifestado a favor mientras que 18 estarían totalmente en contra y otros 15 se mantendrían en estos momentos en la indecisión.

El próximo lunes Rousseff acudirá al Senado para explicar porqué firmó los polémicos decretos que le permitieron adelantar el pago de los costosos programas sociales sin pasar por el filtro del Congreso en pleno año electoral. Será entonces, en el plazo máximo de 48 horas, cuando se procederá a la votación definitiva. Del resultado final de la votación dependerá la pervivencia o fallecimiento de un modelo político, económico y social que permitió a Brasil abrirse un lugar de honor en el club de las grandes potencias.

Precisamente, los programas sociales que sacaron a 35 millones de brasileños de la miseria fueron una de las reivindicaciones de algunos de los medallistas locales en los Juegos de Río 2016. En una entrevista en directo con el noticiero nacional, el piragüista Isaquías Queiroz, ganador de dos platas y un bronce en Río, reivindicó la importancia de la creación del programa ‘Segundo Tiempo’, que da acceso al deporte en las escuelas públicas, por elexpresidente Luiz Inácio Lula da Silva en 2003.

CREAR UN CLIMA CONTRA ROUSSEFF

Además, tanto él como la humilde judoca Rafaela Silva, oro en judo y vecina de la favela Ciudad de Dios, agradecieron públicamente a Rousseff y Lula las ayudas económicas que sus gobiernos les prestaron para alcanzar sus sueños olímpicos. No es de extrañar que tras la colosal pitada al presidente interino Michel Temer en la ceremonia de apertura de los Juegos, el Comité Olímpico Internacional (COI) evitase su presencia a toda costa en la ceremonia de clausura.

Pero la cosa no acabó aquí. El miércoles una carta conjunta firmada por 22 personalidades internacionales del mundo del arte, la política y la cultura denunciaron el “cuestionable” proceso contra Rousseff. “Nos solidarizamos con nuestros colegas artistas y con todos los que luchan por la democracia y la justicia en Brasil”, subrayó la misiva firmada por personajes como el actor Vigo Mortensen o el director Oliver Stone, entre otros, y que lleva adjunta una petición del excandidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, Bernie Sanders, en el que califica el proceso como un “golpe de Estado” y exige al gobierno de Barack Obama a oponerse frontalmente al mismo.

Cuando parecía que las cosas no podían ir peor para los planes de Temer y compañía, la periodista Natura Nery del diario 'Folha de Sao Paulo' lanzó la exclusiva de que uno de los fiscales responsables por la Operación Lava Jato, investigación criminal que depura responsabilidades sobre la corrupción en Petrobras, reconoció que la misma fue lanzada para crear un clima favorable a la destitución de Rousseff. “Eramos los mejores hasta que el impeachment se volvió irreversible. Ahora que nos han usado nos dan la espalda”, reconoció el fiscal cuyo nombre no fue revelado.