El Tribunal de la Corona de Woolwich acogerá a partir de hoy el juicio por la extradición a Estados Unidos del fundador de Wikileaks Julian Assange. La justicia estadounidense le acusa de difundir información confidencial y le atribuye 18 presuntos delitos de espionaje y conspiración para cometer intrusión informática por los que podría ser condenado a 175 años de cárcel. Está previsto que Assange, que se encuentra detenido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, contigua al tribunal, comparezca en esta primera jornada del juicio.

El fundador de Wikileaks, que fue detenido en el 2010 en el Reino Unido a petición de Suecia por un caso de presuntos delitos sexuales que ya está archivado, ha pasado los últimos 10 años confinado, primero bajo arresto domiciliario y después refugiado en la embajada de Ecuador en Londres hasta que este país le retiró el asilo en abril del 2019 y fue arrestado por la policía británica y llevado a Belmarsh.

Estados Unidos considera que Assange conspiró con Chelsea Maning, exsoldado estadounidense, para filtrar miles de cables diplomáticos confidenciales que sacaron a la luz irregularidades de EEUU en las guerras contra Irak y Afganistán.

Su equipo legal está barajando la posibilidad de reclamar el asilo de Francia, según explicó el pasado viernes Eric Dupond-Moretti, uno de sus abogados. El hijo menor de Assange y la madre de este son franceses.

En los últimos meses, han arreciado las informaciones sobre su delicado estado de salud. La semana pasada, un grupo de médicos de 18 países publicaron una carta en la revista The Lancet en la que reclamaron que Assange reciba atención sanitaria urgente, debido a que no ha recibido los cuidados adecuados y su salud física y mental esta empeorando. En octubre, apareció pálido y con bajo peso, cojeando y con problemas para concentrarse.