El congresista estatal de Kentucky (EEUU) y pastor evangélico Dan Johnson se suicidó este jueves, dos días después de ser acusado de acoso sexual por una mujer que en el momento de los presuntos hechos era menor de edad.

Johnson se pegó un tiro en un puente de Mount Washington, cerca de Louisville, confirmó a la televisión local WDRB el sheriff del condado de Bullitt, Donnie Tinnell.

Dan Johnson era un polémico pastor evangélico que fue elegido a la Cámara de Representantes de Kentucky en 2016 por el partido republicano.

Polémica campaña

En su campaña electoral comparó al entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la primera dama, Michelle Obama, con primates.

Johnson fue acusado este lunes por una mujer de haberla besado y manoseado sin su consentimiento durante la noche de Año Nuevo de 2012, cuando ella tenía 17 años.

El martes, durante una rueda de prensa desde el altar de su iglesia en Louisville, Johnson negó las acusaciones y las enmarcó en una campaña para amedrentar a los republicanos más conservadores en todo el país.

Presunto transtorno por estrés

Antes de suicidarse, Johnson publicó un enigmático mensaje en su cuenta de Facebook en el que dijo que ya no podía controlar el trastorno por estrés postraumático que según él sufría desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.

"El trastorno por estrés postraumático 24/7 (24 horas al día, 7 días a la semana) durante 16 años es una enfermedad que me matará, ya no la puedo controlar más", dijo Johnson, que pidió a Dios que cuidase de su esposa, Rebecca.

Según explicó el sheriff Tinnell, Johnson condujo hasta un puente sobre el río Salt en Mount Washington, aparcó en un extremo y se pegó un tiro ahí mismo.

Decenas de mujeres y algunos hombres alentados por el movimiento "Me too" ("Yo también") han denunciado en los últimos meses haber sido víctimas de abuso o acoso sexual.

Las acusaciones, que empezaron con el poderoso productor de Hollywood Harvey Weinstein, han sacudido al mundo del espectáculo, la política y los medios de comunicación.

Medio centenar de productores, actores, congresistas y periodistas han sido despedidos o han dimitido a raíz de las acusaciones.