El pasado 16 de julio, una niña de 12 años fue violada en Pakistán mientras cortaba la hierba. Su hermano, tras enterarse de lo ocurrido, acudió a la jirga, una especie de autoridad local formada por ancianos, a denunciar los hechos, y dos días después el consejo ordenó la violación de la hermana del violador, de 16 años.

La brutal decisión fue llevada a cabo y esta semana han sido arrestados varios miembros de ambas familias por permitir que sucediera. Al parecer, la chica fue violada delante de su padre, el del violador y 40 miembros del consejo, pero nada más tener lugar esta brutal venganza, las madres de las dos niñas abusadas fueron a denunciar los hechos a la policía.

'Así se hacen las cosas aquí'

Según han explicado algunos familiares, nada más conocer la noticia de la primera de las violaciones, acudieron a la vivienda de los familiares a pedir perdón, pero éstos, presuntamente airados, les presionaron para traer a la hermana del violador ante el consejo. Las dos niñas permanecen por el momento en un refugio para mujeres antes de reunirse con el gobernador de la provincia y hermano del primer ministro a lo largo del jueves.

El tribunal supremo de Pakistán ha ordenado que se inicie una investigación de lo sucedido, pues las decisiones de la jirga son ilegales y no tienen ningún tipo de autoridad legal real en el país dado su largo historial de sentencias controvertidas. "Lo que hicimos está mal, pero así es como se hacen las cosas aquí", declaró uno de los miembros de la jirga después de que este caso llegara a los medios.