El Partido Popular austríaco (ÖVP) y el ecologista y progresista Los Verdes han pactado este miércoles una coalición de Gobierno, en la que las dos formaciones afirman defenderán sus respectivas prioridades: la lucha contra la inmigración ilegal y frenar el cambio climático.

"Me alegra informarles de que hemos logrado un acuerdo", anunció ante los medios el jefe del ÖVP, Sebastian Kurz, que con este pacto repetirá como canciller (jefe de Gobierno).

Siete semanas de negociación

Kurz, que compareció junto al jefe de Los Verdes, Werner Kogler, reconoció que la negociación, que ha durado siete semanas, no ha sido fácil debido a que los dos partidos "son muy diferentes en sus orientaciones internas". Con todo, afirmó que se ha logrado un "excelente resultado" y "conciliar lo mejor de los dos mundos".

Así, dijo que los dos partidos mantienen en el programa de Gobierno sus principales promesas electorales: frenar el cambio climático de Los Verdes, y la bajada de impuestos y la lucha contra la inmigración ilegal y el "islám político" de los populares.

"Es posible bajar la carga impositiva y al mismo tiempo hacer ecológico el sistema fiscal. Es posible proteger el clima y las fronteras", resumió.

Kogler, por su parte, insistió en que el programa de Gobierno contempla medidas para mejorar la transparencia en la política, la situación de los más desfavorecidos, luchar contra la pobreza y lograr más igualdad social. "Austria debe ser un precursor en Europa en el tema de la protección del clima", indicó el líder ecologista.

Aunque el acuerdo debe ser confirmado este viernes y sábado por los órganos del partido, Kogler dio por hecho que el nuevo Gobierno podrá empezar a funcionar la semana que viene.

A espera de la confirmación oficial, los populares austríacos asumirían diez ministerios, algunos importantes como Interior, Exteriores, Finanzas, y Asuntos Europeos. Defensa, también en manos del ÖVP, estará dirigido por primera vez por una mujer.

Los Verdes tendrán la vicecancillería, en la persona de Kogler, y un "superministerio" de Medio Ambiente e Infraestructuras, que abarca energía, tecnología e innovación, y con una agenda orientada a la lucha contra el cambio climático. También gestionarán Justicia y la cartera de Asuntos Sociales y Sanidad.

Más ministras que ministros

Todo apunta a que será el primer Gobierno de Austria con más ministras que ministros.

Aunque será la primera vez que los ecologistas se sienten en el Ejecutivo central, Los Verdes forman parte actualmente de los Gobiernos de cuatro de los nueve Estados federados de Austria, entre ellos Viena. En tres de ellos formas equipo con el ÖVP.

Progresista en lo social, por ejemplo en temas de inmigración o género, Los Verdes tienen una base de votantes burguesa que puede aceptar pactos con los conservadores.

En este desigual reparto de carteras, los conservadores recuperan algunas, como Exteriores, Interior o Defensa, que estuvieron controladas por el ultranacionalista FPÖ durante los 17 meses que duró su coalición ellos, y que acabó en mayo con una ruptura, una moción de censura y la convocatoria de elecciones anticipadas.

Los ultras arrancaron esa cuota de poder poniendo sobre la mesa los 51 diputados que sacaron en las elecciones de octubre del 2017, once menos que el ÖVP y uno menos que el Partido Socialdemócrata.

Giro radical de Kurz

El equilibrio de fuerzas con Los Verdes es distinto. La polémica coalición no sólo no desgastó a Kurz, sino que su partido subió en las elecciones de septiembre a 62 diputados, de un total de 183.

Pese a que Los Verdes lograron regresar a un Parlamento del que habían quedado fuera en el 2017, solo cuentan con 26 escaños.

Con este pacto, Kurz ha pasado en apenas medio años de gobernar con un partido xenófobo, eurocrítico y nacionalista, a sentarse con una formación progresista y europeísta.

De hecho, el político ha lamentado en ocasiones la ruptura de la coalición con el FPÖ, debido a un escándalo de corrupción de sus socio, y reconocido que con Los Verdes hay muchas más diferencias.