"Observamos en las últimas dos semanas un crecimiento en el número de nuevos casos de coronavirus. Es un crecimiento importante". Con estas palabras, Tatyana Golíkova, viceprimera ministra del Gobierno ruso al frente de la Sanidad, certificaba el pasado viernes lo que constituía ya un secreto a voces entre las autoridades y medios de información: Rusia afronta una segunda ola de contagios de covid-19 y sus números epdemiológicos comienzan a asemejarse a los registrados durante la pasada primavera.

En las últimas 24 horas, según datos proporcionados por la oficina de información de la epidemia, se han certificado en el país un total de 10.888 nuevos positivos, lo que eleva la cifra oficial de infectados desde el inicio de la pandemia a 1,22 millones. En cuanto a fallecimientos diarios, el último dato disponible asciende a 117. Una vez contabilizados los casos de las últimas dos semanas, la incidencia de la enfermedad en el país vuelve a ser muy elevada: 814,1 casos por 100.000 habitantes, con seis de los 85 sujetos de que se compone la Federación Rusa, incluyendo la capital, superando de largo los 2.000 casos.

Estos números epidemiológicos son los más elevados registrados en el país desde mediados de mayo, y han empujado a las autoridades a plantearse de nuevo la introducción de medidas restrictivas, tal y como ha informado el rotativo Védomosti y Valeri Ryazanski, senador y vicepresidente de la comisión de Políticas Sociales de la Cñamara alta rusa. Pese a todo, la responsable Golíkova ha querido enviar un mensaje de calma a la población: "la situación es diferente a marzo/abril; los doctores están listos, las camas hospitalarias están listas, tenemos suficientes medidas de protección y medicinas".

PRIMERA OLA DE LA PANDEMIA

Al igual que sucedió durante la primera ola de la pandemia, Moscú está siendo la localidad más golpeada, con más de 3.300 nuevos casos registrados en la última jornada. Así las cosas, la alcaldía, encabezada por Serguéi Sobyanin, ha ordenado unas inesperadas vacaciones escolares de dos semanas de duración, al tiempo que se planteaba la posibilidad de institucionalizar la educación a distancia dependiendo de cómo evolucionasen las cosas.

Asimismo, ha pedido a las empresas que mantengan a un tercio de la plantilla trabajando desde la distancia en sus hogares para disminuir el riesgo de contagios, al tiempo que ha anunciado la reapertura de dos hospitales temporales para acoger a pacientes de covid-19, uno en el centro de convenciones Sokolniki y en la pista de hielo de Krilátskoye. Las personas mayores de 65 años y aquellos que padecen enfermedades crónicas son aconsejados a permanecer en sus casas. "Pido a todo el mundo que siga las reglas", ha instado Sobyanin, en declaraciones recogidas por Interfax.

Ya durante la primavera, el regidor capitalino se distinguió por su claridad a la hora de exponer, sin paños calientes, la realidad epidémica en la ciudad y dar por sentado que la realidad superaba de largo las estadísticas oficiales. El Gobierno federal y el Kremlin, en cambio, hacían lo posible para minimizar la emergencia: evitaban hablar de cuarentenas e insistían en el mensaje de que todo estaba bajo control y de que el país capeaba la situación con mucha más eficacia que la mayoría de países occidentales.