La irrupción del coronavirus ha puesto en evidencia la limitada capacidad de respuesta de las instituciones europeas, prácticamente sin competencias en este terreno, que han visto como la descoordinación ha complicado la respuesta. Bruselas propone solventar las carencias con más financiación, reforzando los poderes del centro europeo de prevención y control de crisis, creando una nueva agencia de investigación biomédica y aumentando sus competencias.