El bloqueo político de la Cámara de los Comunes ha sacado de sus casillas al empresariado británico. «Les decimos a Westminster que estamos frustrados, enojados; habéis abandonado a las compañías británicas y os habéis centrado en vuestras rencillas, no en la sustancia. La táctica, no la estrategia. La política, no la prosperidad». Así abrió ayer la conferencia anual de las Cámaras de Comercio Británicas Adam Marshall, presidente de la patronal del país. El tono áspero de Marshall refleja la preocupación de las empresas, descontentas por tres años de incertidumbre desde el referéndum de junio del 2016. Sus comentarios provocaron una ovación de cientos de capitanes de industria que asistieron a la reunión anual en el corazón del distrito de Wesminster, a pocos pasos de la Cámara de los Comunes, que había sido escenario el día anterior de otra tarde extraordinaria por el brexit. La incertidumbre ya está teniendo consecuencias tangibles para la economía, en particular la fuerte caída de la inversión empresarial en los últimos meses.