Wisconsin no es lugar para favoritos. Donald Trump y Hillary Clinton han sufrido este martes derrotas en las primarias del estado ante, respectivamente, Ted Cruz y Bernie Sanders y los resultados tienen importantes implicaciones. En el campo republicano, acercan aún más la posibilidad de que en julio en Cleveland la convención del partido sea abierta y la nominación del candidato forzosamente negociada. En el demócrata, da alas al senador de Vermont para seguir retando la campaña de la exsecretaria de Estado.

Cruz, que ha ganado con cerca de 20 puntos de ventaja sobre Trump, ha llamado a su victoria “un punto de inflexión” y aunque aún no puede darlo por sentado hay argumentos para identificar ese momento de cambio. Aunque el tejano es el senador más odiado en Washington, se ha convertido en la alternativa para el creciente movimiento conservador organizano para frenar a Trump y en su discurso de victoria se ha ofrecido como el candidato de “unidad” del partido.

En Wisconsin, además, Cruz ha ampliado su electorado más allá del voto profundamente conservador y religioso que hasta ahora había sido su principal pilar (Wisconsin es el primer gran estado que gana aparte de Tejas y los otros siete donde se ha impuesto usan el sistema de caucus que le es más favorable). Y con los mejores resultados hasta la fecha entre los no evangélicos, Cruz ha citado a John F. Kennedy para decir que “Wisconsin ha encendido una vela marcando el camino a seguir”.

LA CONVENCIÓN ABIERTA

La matemática no va a favor de Cruz, que sigue más de 200 delegados por debajo de Trump y que para alcanzar la cifra de 1.237 que se necesitan para garantizarse la nominación republicana debería obtener más del 80% del sufragio en todas las citas que quedan en primarias. Pero Trump, que más allá de la ofensiva conservadora en su contra ha sido golpeado también por sus propios errores en los últimos días, tampoco tiene garantizado lograr esos 1.237 delegados. Por eso Cruz este martes ha mencionado por primera vez la posibilidad de hacerse candidato “o antes de Cleveland o durante la convención en Cleveland”.

La campaña de Trump, que no ha ofrecido discurso y que sigue mirando con esperanza a las próximas citas en Nueva York y otros estados de la costa este y California, ha emitido un comunicado en el que ha vuelto a insultar a Cruz con su apelativo favorito para el senador, “mentiroso”, y le ha acusado de ser “peor que un títere. Es un caballo de Troya usado por los jefes del partidointentando robar la nominación a Trump”, se lee en el texto, en el que también se acusa a Cruz (sin pruebas) de haber vulnerado la ley al haberse coordinado con sus Super Comités de Acción Política.

EL ‘MOMENTUM’ DE SANDERS

Los delegados tampoco son la clave de la victoria de Sanders, que se ha impuesto por más de 10 puntos a Clinton pero enfrenta un sistema de reparto proporcional de votos y sigue muy por detrás en el camino hasta los 2.383 delegados necesarios para hacerse con la nominación en la convención también en julio en Filadelfia. Lo fundamental para el senador de Vermont es que, con suséptima victoria de las últimas ocho citas electorales, mantiene el llamado “momentum”, que será vital en la próxima cita, el 19 de abril en Nueva York, de donde es originario y por donde Clinton fue senadora.

Asimismo, la victoria en Wisconsin refuerza sus argumentos para que los superdelegados (que son representantes del partido y tienen libertad de apoyar al candidato que quieran) se replanteen su hasta ahora abrumador respaldo a Clinton (que tiene 469 frente a los 31 de Sanders).

“Si ignoras lo que oyes en medios corporativos, los hechos están bastante claro: tenemos un camino hacia la victoria, un camino hacia la Casa Blanca”, ha dicho el candidato, que cuenta con una ventaja más: su campaña recaudó en marzo 44 millones de dólares, con una media de donaciones de 27 dólares. La de Clinton, 29 millones. La candidata, que tampoco ha ofrecido discurso tras los resultados de Wisconsin y ha felicitado a Sanders en un tuit, ha pasado la noche del martes en un acto de recaudación de fondos en el Bronx.