Los británicos que viven en la Unión Europea podrían perder el acceso a sus cuentas bancarias en el Reino Unido y sus pensiones pueden verse igualmente afectadas en caso de que el ‘brexit’ termine sin acuerdo, según advierte el propio gobierno británico. El aviso figura en las “fichas técnicas” publicadas por el ejecutivo, con la intención de alertar a ciudadanos y empresas de las consecuencias de una salida abrupta de la UE. Las transiciones con tarjetas de crédito para la compra de productos en la UE pueden ser más caras y más lentas. Los negocios que comercian con Europa verán incrementado el nivel de papeleo burocrático para seguir importando y exportando mercancía.

Normativa europea

El Reino Unido por otra parte estaría dispuesto a asumir temporalmente parte de la reglamentación de la Unión Europea, para asegurar la continuidad en el funcionamiento de la economía británica en el caso “improbable” de que no haya acuerdo sobre la salida de la UE, según indicó el ministro para el ‘brexit’ Dominic Raab.“Nuestro primer objetivo es facilitar la continuidad y el buen desarrollo de los negocios, los transportes, las infraestructuras, la investigación, los programas de ayuda y los flujos financieros”, afirmó el ministro en el discurso de presentación. “En algunos casos, eso puede significar tomar medidas unilaterales para mantener la mayor continuidad posible a corto plazo, en caso de ausencia de acuerdo, incluso aunque la UE no las adopte por su parte”. El Reino Unido por tanto seguirá adoptando las normas europeas en algunos sectores, como los fármacos, a partir del 29 de marzo, fecha de la separación oficial. Una solución nada convincente para quienes hicieron campaña para dejar la UE sin más.

Prioridad un buen acuerdo

Lo publicado el jueves son las primeras 25 notas técnicas, un tercio del total que divulgará el gobierno hasta finales de septiembre, aconsejando a ciudadanos y empresarios sobre cómo prepararse para la eventualidad de que el Reino Unido deje la Unión Europea sin un acuerdo dentro de siete meses. Las recomendaciones quieren, según Raab, asegurar una “transición ordenada”. Los consejos abarcan sectores de todo tipo, como la agricultura, los transportes, los servicios financieros, el programa Erasmus o los fármacos.

Raab subrayó para el Reino Unido, “lograr un buen acuerdo para ambas partes es su principal prioridad” y se mostró confiado en que “lograr un buen acuerdo será el resultado más probable” de las negociaciones. El ministro volverá a Bruselas la semana que viene para reunirse de nuevo con Barnier.