Del prácticamente desahucio político a encabezar el cártel socialdemócrata para las próximas elecciones federales alemanas de septiembre del 2021. Esta ha sido la evolución política de Olaf Scholz, actual vicecanciller federal y ministro de Finanzas desde el pasado diciembre. Fue entonces cuando Scholz perdió por sorpresa una consulta entre las bases del Partido Socialdemócrata alemán (SPD) frente al desconocido dúo formado por Nobert Walter-Borjans y Saskia Esken. Precisamente fue esa dupla la que anunció este lunes en Twitter la decisión unánime de la dirección del partido que ahora ellos lideran.

La decisión de Walter-Borjans y Esken de apoyar a Scholz sorprende porque la pareja política precisamente basó su campaña para alcanzar la cúspide del SPD en un ataque sistemático contra la vieja guardia socialdemócrata personalizada a la perfección por el vicecanciller. La crisis generada por la pandemia, que ha colocado a Scholz en la primera línea de la gestión económica a través de de las ayudas estatales a empresas y ciudadanía, muy probablemente ha jugado un papel fundamental en la decisión. Scholz aparece, no en vano, como el político socialdemócrata mejor valorado en los sondeos de opinión.

MISIÓN TITÁNICA

"Me alegro por la nominación y quiero ganar", dijo Scholz el lunes tras el anuncio. Si el objetivo del candidato socialdemócrata a la cancillería es realmente disputarle la elección a la unión conservadora de la CDU-CSU, la tarea de este experimentado político de 62 años es titánica. El exalcalde-gobernador de Hamburgo tendrá que conseguir que su partido avance al menos 20 puntos en las encuestas electorales en algo más de doce meses.

Según el último sondeo de intención de voto dado a conocer el pasado domingo, si Alemania celebrase hoy elecciones federales, el SPD obtendría 15% de todos los votos, a más de 20 puntos de los conservadores (38%) e incluso por detrás de los ecoliberales de Los Verdes, que sería la segunda fuerza más votada del país con el 18% de los sufragios.