Los ejércitos de Azerbaiyán y de Armenia están llevando a cabo intensos combates por el control del enclave separatista de Nagorno Karabaj. Los muertos ya se cuentan por decenas en ambos bandos, según han confirmado fuentes oficiales, después de que Azerbaiyán lanzara una nueva ofensiva horas antes de una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU.

Desde el domingo, las fuerzas del enclave separatista, apoyado política, militar y económicamente por Armenia, y las de Azerbaiyán protagonizan los enfrentamientos más violentos registrados desde 2016.

"Las fuerzas armenias respondieron a una ofensiva azerbaiyana en varios puntos de la línea de frente y el enemigo sufrió importantes pérdidas" humanas, declaró el martes el ministerio armenio de Defensa. Azerbaiyán "realizó disparos de artillería contra las posiciones armenias y se prepara para un nuevo ataque", escribió en Facebook el portavoz de ministerio, Artstroun Hovhannissian.

Por su parte, el ministerio azerbaiyano de Defensa afirmó que su país había respondido a "un contraataque armenio para recuperar las posiciones perdidas" en Nagorno Karabaj y confirmó que los combates de la noche habían sido "intensos".

"Las fuerzas azerbaiyanas siguieron adelante en su ofensiva contra la ciudad de Fizuli y destruyeron cuatro tanques enemigos, un vehículo blindado y mataron a diez militares", afirmó además el ministerio en un comunicado.

PREOCUPACIÓN INTERNACIONAL

Los combates provocaron la preocupación internacional y la ONU, Rusia, Francia y Estados Unidos pidieron un alto el fuego inmediato. El Consejo de Seguridad de la ONU debe celebrar una reunión de emergencia el martes a puerta cerrada para analizar la situación.

Una guerra abierta entre Azerbaiyán y Armenia puede desestabilizar el Cáucaso del Sur, particularmente si Rusia y Turquía, las potencias regionales, deciden intervenir en los enfrentamientos.