El proceso para forzar la destitución de Donald Trump no empezará hasta que la Cámara de Representantes vote los «artículos del impeachment», el equivalente a los cargos que se le imputan al presidente. Esos cargos son todavía una incógnita, pero los demócratas están tratando de acelerar los tiempos para construir el caso cuanto antes y evitar que el proceso se solape con los momentos de la campaña electoral del 2020.

Las previsiones más optimistas apuntan a que los cargos podrían estar listos en un mes o seis semanas, lo que serviría para que se voten a finales de octubre o principios de noviembre. Hasta entonces la investigación del impeachment, que servirá para recabar información y respaldar las acusaciones, será liderada por el Comité de Inteligencia de la Cámara baja.

La consigna dentro del partido pasa por centrar casi exclusivamente la investigación en la polémica de Ucrania, apoyándose tanto en el memorando de la llamada entre Trump y el presidente ucraniano, como en la denuncia del informante de la CIA que destapó el caso al detectar posibles irregularidades en las gestiones del presidente para que Kiev investigase a uno de sus rivales políticos. A esa línea argumental hay que sumar las órdenes que, según la denuncia, dio la Casa Blanca para ocultar la transcripción de la llamada. «Aquí hubo encubrimiento», dijo la líder demócrata, Nancy Pelosi. El Comité de Inteligencia seguirá celebrando audiencias la próxima semana.