La senadora Jeanine Áñez, a cargo del Gobierno provisional boliviano se esfuerza por convencer a los votantes y ayer se vistió de Mamá Noel para repartir juguetes y dulces. Pero a los padres todavía no parece convencerlos: la intención de voto de cara a las elecciones que debe convocar en las próximas semanas no supera el 9%. Las autoridades provisionales anunciaron ayer la orden de arresto contra el expresidente Evo Morales. Fue apenas un ademán simbólico porque el presidente que debió dimitir por presión militar está en Argentina como refugiado político. Si bien Morales se encuentra fuera del alcance de la justicia de su país, los fiscales y las fuerzas de seguridad han hecho suya la aspiración del ministro de Gobierno, Arturo Murillo, de salir a la «caza» de figuras, funcionarios o simpatizantes del anterior Gobierno. La lista de detenidos es amplia. En medio de las fiestas, ha sido allanada la vivienda del ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, asilado en la embajada de México. Se le acusa, como a Evo, de los presuntos delitos de sedición y terrorismo. Hernán Soliz, primo y asistente del expresidente Evo Morales, acaba de ser enviado a la cárcel por, supuestamente, colaborar con su primo en ese tipo de conjura.

En este contexto se conocen los resultados de los primeros sondeos con vistas a unas elecciones aún sin fecha definida. Áñez no remonta vuelo. Fernando Camacho y Marco Antonio Pumari, los líderes cívicos que encabezaron las protestas contra Morales tras los fallidos comicios del 20 de octubre, están cerca del 10%.

El sondeo de Mercados y Muestras informa de que el joven dirigente cocalero Andrónico Rodríguez, formado bajo el ala de Morales, es preferido por 23% de los electores. El MAS ha tomado nota de esta figura ascendente, aunque también tiene en Luis Arce, el artífice del «milagro económico», otro probable candidato.

El expresidente Carlos Mesa sería votado por un 21% de los bolivianos, según los sondeos.