Iván Duque se ha convertido en el nuevo presidente colombiano al derrotar con un 53,96% de los votos a Gustavo Petro, el candidato de Colombia Humana (izquierdas) quien obtuvo el 41,83% de las adhesiones. Juan Manuel Santos fue el primero en felicitarlo y ponerse a su disposición. Voy a entregar todas mis energías por unir a nuestro país. No más divisiones, pensemos en un país con todos y para todos. Hoy no hay ciudadanos vencidos. Quiero ser el presidente que le den el mismo amor a los que votaron por mí, no lo hicieron o votaron en blanco”, dijo en su primer mensaje como ganador.Los dos millones de diferencia a su favor terminaron en breves minutos con la ilusión de Petro de un final más apretado. Le queda el consuelo de haberse logrado una votación histórica para la izquierda y convertirse en el gran referente opositor a la derecha que retorna al Gobierno. “Ya estamos acostumbrados a no estar en el poder así que no nos morimos por los resultados, no estamos quejumbrosos ni lloriqueando; nace una fuerza que tiene más de 8 millones de votantes”, dijo Petro, quien liderará una amplia bancada en el Senado “para movilizar a la ciudadanía”, dijo Petro al admitir su derrota.El voto en blanco terminó siendo del 4%, mucho menos de lo que se temía. La participación electoral llegó al 52%. Casi la mitad de los colombianos prefirió ver el Mundial que votar.

Álvaro Uribe, el expresidente de derechas que edificó la carrera de Duque tuvo razones personales para festejar. Con él, dijo este domingo, Colombia tiene un garante de que el país "no caiga en el destructivo socialismo". Para Uribe, la victoria del candidato de su partido, Centro Democrático, es, de algún modo, la derrota simbólica de Santos y el proceso de paz que lo llevó al Nobel. En su noche triunfal, Duque prefirió no obstante hablar de concordias y llamó a “pasar la página de la polarización, los odios y la ponzoña. No reconozco enemigos, no existe venganza ni represalias”. Uribe debió tomar nota de su llamado a la armonía.

EL FANTASMA DEL CHAVISMO

"La democracia colombiana está funcionando", dijo Santos al comentar la jornada electoral. El mandatario saliente aseguró sentirse tranquilo para poder dedicarse en adelante a los cuidados de su flamante nieta. Ella consumirá "toda mi atención y mi tiempo", entre otras razones porque cree que la democracia colombiana sale fortalecida, "inclusiva y plural" de esta contienda. Para Santos, estas transformaciones se reflejaron mejor en la primera vuelta electoral cuando las exFARC participaron por primera vez de una contienda "ya sin armas".

Por primera vez desde que se crearon los partidos tradicionales, el Liberal y el Conservador, el ganador de las elecciones no viene de ninguna de esas agrupaciones históricas. Duque había obtenido el 39% de los sufragios en la primera vuelta, contra el 25% de Petro. Pero el miedo al fantasma de un nuevo Chávez, acentuado por la crisis fronteriza con Venezuela y los miles de inmigrantes que vinieron durante los últimos meses del país vecino, tuvieron su peso en las urnas, en especial en las regiones fronterizas. La última posibilidad de Petro de poder explicarle al país su diferencias significativas con el chavismo quedó en el aire porque Duque se ausentó del debate final. El candidato de izquierdas lo esperó en vano en la noche del sábado en los estudios televisivos de RTVC.

El futuro del acuerdo de paz

Duque será el primer presidente en funciones desde que rigen los acuerdos de paz suscritos por el actual Gobierno con las ex-FARC después de cuatro años de arduas negociaciones. La gran pregunta de muchos analistas tiene que ver con el futuro de este pacto forjado en La Habana y desde siempre impugnado por Uribe. Al votar en el sur de Bogotá, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, el ex comandante de la guerrilla convertida en un partido político de nula incidencia electoral en la primera vuelta, dijo no tener miedo sobre la fortaleza del acuerdo. "Está blindado jurídicamente y observado por la comunidad internacional", señaló en Twitter.

Sin embargo, Duque ha dicho más de una vez que tiene la intención de revisarlo en algunos de los aspectos que más irritan a la derecha: la presencia de ex insurgentes en el Congreso y los beneficios judiciales. "Miles de exguerrilleros esperan en sus casas o en sus campamentos la llegada del nuevo Gobierno para ver si el proceso de reincorporación social que dejó a mitad de camino este Gobierno encuentra un camino fácil", advirtió la columnista de la revista 'Semana', María Jimena Duzán. Por lo pronto, cerca de Duque no quieren mostrar una mayor hostilidad a los acuerdos que la insinuada en estos meses. "El día después de las elecciones tenemos que seguir trabajando para conseguir que se dejen atrás los odios, las divisiones y fracturas innecesarias. Ese día tendremos que seguir trabajando en favor de las víctimas y debemos trabajar entre todos", dijo Carlos Holmes Trujillo, del equipo de campaña Centro Democrático.

Temas urgentes de la agenda

El postconflicto y las relaciones con Venezuela no son los únicos temas urgentes en la agenda, según el editorial dominical de 'El Tiempo'. "Quien resulte vencedor tiene que ser plenamente consciente del anhelo ya demostrado en las urnas por los colombianos de una política transparente, ajena a los tentáculos de la corrupción". Santos abandona la presidencia con sus claroscuros. Puede exhibir como logro la finalización de un conflicto armado de más de medio siglo y de miles de víctimas, y la posibilidad de que el ELN, la última guerrilla activa, también deponga las armas. Se le valora cambios importantes en materia de infraestructura y la entrada de Colombia a la OCDE, entre otros aspectos.

Pero la violencia es un lastre. La misma Defensoría del Pueblo ha computado 282 asesinatos de líderes sociales y defensores de los derechos humanos desde enero desde 2016. Si bien existen investigaciones y causas contra los autores materiales, en la mayoría de casos se desconocen los autores los intelectuales, aunque casi todos señalan con el dedo a los paramilitares de ultraderecha y el narcotráfico. Los indicios son elocuentes: el 90% de los crímenes fueron perpetrados por sicarios desplazados en motos.