La pandemia golpea en Perú con otras cifras de espanto además de las muertes por covid-19. La ministra de la Mujer, Gloria Montenegro, ha ofrecido números macabros: 1.200 mujeres han desaparecido y 600 niñas y adolescentes han sufrido abuso sexual desde que comenzó la cuarentena. La cantidad de denuncias de mujeres cuyo paradero se desconoce por completo desde principios de año alcanza a 2.415, de las cuales 737 son adultas y 1.720 menores.

Medidas pendientes

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hizo un llamamiento al Estado para que investigue los casos de manera diligente y con enfoque de género. Le pidió que cumpla «con su deber de protección integral de los derechos de las niñas adolescentes». La institución defensora de los derechos ciudadanos advirtió por su parte de que «aún existen medidas pendientes que deben ser implementadas» para lograr una búsqueda más efectiva de estas personas.

«La violencia contra la mujer no se detiene», apuntaba el diario limeño El Comercio para añadir: «Entre niñas y adolescentes, estamos hablando de un 66% y un 34% son mujeres mayores de edad. Hay una mayor prevalencia entre los 18 y 30 años y más incidencia en la capital, Lima, con 387 casos».

«Hasta el momento tenemos registrado 36 feminicidios. Hemos logrado cadenas perpetuas, o de más de 30 años en muchos casos. Trabajamos con la policía y el Ministerio Público para que la detención sea inmediata», informó la ministra.

El Defensor del Pueblo reclamó que se agilicen las investigaciones para que las víctimas tengan justicia y reparación. El año pasado se contabilizaron 166 feminicidios en todo el país. Parte de ellos fueron catalogados como desapariciones al principio.

Las especialistas en temas de género han remarcado estos meses que la violencia sexual se ha agudizado por el hacinamiento familiar obligando a las mujeres a «estar confinadas con estos agresores, ya sean padres, padrastros, abuelos o tíos». H