El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado este martes algunos detalles de la decisión anunciada por sorpresa el lunes en Twitter de suspender temporalmente la inmigración al país, aunque aún no está finalizada la redacción de la orden ejecutiva con la que adoptará la decisión, como ha reconocido él mismo. Según ha explicado en la rueda de prensa diaria sobre el coronavirus, congelará por un periodo de 60 días la concesión de permisos de residencia permanente, las llamadas “green cards”. No obstante, habrá “excepciones”, incluyendo la que eximirá de la suspensión a programas de trabajo temporal para inmigrantes.

“No quiero que el trabajador estadounidense tenga competencia”, ha dicho Trump para explicar la congelación de permisos de residencia permanente durante dos meses, un periodo que podría prolongarse con “órdenes secundarias” posteriores “según las condiciones económicas del momento”. Al menos 22 millones de estadounidenses se han sumado a las listas del paro desde que empezaron la epidemia y los esfuerzos para contenerla, una crisis que ha llevado al mandatario a tratar de acelerar la reapertura del país para frenar el golpe a la economía.

Malabares políticos

El mandatario ha negado directamente las críticas que insinúan que está aprovechando la crisis del coronavirus para acometer promesas que empezó a lanzar en su primera campaña de que frenaría no solo la inmigración ilegal sino también la legal. Pero en su decisión se leen claramente sus malabares cálculos políticos. Por una parte, con la suspensión de “green cards”, refuerza su idea de “América primero” y contenta a las bases que aplauden y exigen políticas más restrictivas de inmigración. Por otra, manteniendo excepciones para temporeros, calma la furia que había desatado entre grupos de negocios y sectores como la tecnología o el campo indignados con la idea de perder trabajadores extranjeros.

Trump se ha esforzado por tranquilizar en particular al sector agrícola y ha anunciado que “los granjeros no serán afectados en absoluto”. De hecho, ha anunciado que se facilitarán los trámites para los temporeros. “Si acaso lo vamos a hacer más fácil”, ha asegurado.

Puro estilo Trump

Como de costumbre con sus anuncios de este estilo, habrá que esperar a leer la orden ejecutiva para conocer todos los detalles, que ya han cambiado desde el radical tuit del lunes a las declaraciones más matizadas del martes y aún pueden cambiar más una vez se conozca el texto legal. El anuncio original pilló por sorpresa a los Departamentos de Defensa y Estados y los abogados del Departamento de Justicia aún estudian si Trump tiene autoridad para suspender unilateralmente la concesión de permisos de residencia.

De momento, no obstante, el mandatario ha acaparado titulares, centrado durante un par de días la atención mediática en inmigración y ha podido dejar mensajes en busca de votos. “Sería malo e injusto para los estadounidenses despedidos por el virus que les reemplazaran nueva mano de obra inmigrante que ha llegado de fuera”, ha dicho este martes. “Debemos cuidar primero al trabajador estadounidense”.