Un ataque a un hospital de atención materna en Kabul que recibe apoyo de Médicos Sin Fronteras (MSF) y un atentado suicida durante un funeral en el este de Afganistán causaron ayer al menos 40 muertos, dos acciones cuyas autorías no han sido reivindicadas y que provocaron una ola de indignación en el país.

No obstante, y según apunta Efe, todo parece señalar al Estado Islámico (EI) como autor de estos ataques, por sus frecuentes acciones contra la minoría hazara y por su fuerte presencia hasta hace poco en la región de Nangarhar.

El ataque contra el hospital dejó al menos 16 civiles muertos, entre ellos dos recién nacidos, y una quincena de heridos, en uno de los peores ataques contra un centro de salud de MSF desde que en el año 2015 EEUU bombardease por error una de sus clínicas en el norte del país, ocasionando 42 fallecidos.

DOS RECIÉN NACIDOS / En el distrito de Dasht-e-Barchi, en el oeste de la capital afgana, el ataque contra el hospital comenzó por la mañana y concluyó cinco horas después con la muerte de los tres asaltantes. El Ministerio de Salud afgano informó del fallecimiento de 16 civiles, sin contar los tres autores de los hechos, y el mismo número de heridos.

Entre las víctimas mortales hay «dos recién nacidos, madres de recién nacidos y matronas, a los que dispararon», detalló por su parte en un comunicado el Ministerio de Interior.

Esta maternidad es el único centro para atender emergencias y partos complicados en un vecindario de más de un millón de personas, según indica MSF en su página web. Está en una zona habitada sobre todo por miembros de la minoría chií hazara, que es víctima de continuos ataques en el país.

Poco después del inicio del asalto en Kabul, un atacante suicida detonó también los explosivos que portaba en el funeral de un comandante de policía en la provincia oriental de Nangarhar, bastión en Afganistán hasta el año pasado del EI.

El atentado dejó al menos 24 muertos y 67 heridos, una parte de los cuales se encuentran en «estado crítico», señaló la oficina del gobernador provincial. Los talibanes, por su parte, se apresuraron en las redes sociales a negar haber participado en ninguno de estos dos ataques.