D os enormes explosiones hicieron temblar ayer Beirut y causaron la muerte de al menos 50 personas, mientras que más de 2.700 resultaron heridas, según el último balance de víctimas dado por el ministro de Salud, Hamad Hassan, al cierre de esta edición. «Es una catástrofe en todos los sentidos», lamentó el ministro al ser interrogado por la televisión libanesa cuando visitaba un centro hospitalario de la capital. «Los hospitales de la capital están todos llenos de heridos», subrayó, antes de pedir que se trasladen a otros heridos a los centros hospitalarios de las afueras de la capital.

Las deflagraciones, de las que ayer se desconocían las causas, se registraron por la tarde en un área del puerto de la capital libanesa, en una zona donde había un almacén de explosivos, según informó la Agencia Nacional de Noticias (ANN). «Parece que la explosión ha ocurrido en un almacén con material altamente explosivo confiscado desde hace años», afirmó el director de la Seguridad General libanesa, Ibrahim Abbas, sin dar más detalles. Otras fuentes dijeron que en esta zona también se almacena productos químicos.

Según la cadena local LBCI, poco después de las explosiones ingresaron más de 500 heridos en el hospital Hotel Dieu, situado en el centro de la ciudad. La fuente añadió entonces que el hospital «no puede recibir más personas heridas». La Cruz Roja, por su parte, señaló que había gente atrapada en sus casas afectadas por la onda expansiva de la gran explosión.

«Vi una bola de fuego y humo sobre Beirut. La gente gritaba y corría, sangrando. Hubo balcones que se desprendieron de los edificios. Los cristales explotaron y cayeron a la calle», explicó un testigo a la agencia Reuters.

La explosión se produjo a tres días vista de que un tribunal respaldado por la ONU emita el veredicto contra cuatro militantes de la milicia chií libanesa Hizbolá acusados de participar en el atentado que acabó con la vida en el 2005 del entonces primer ministro libanés, Rafik al-Hariri. La explosión de entonces mató también a otras 21 personas.

EEUU dijo ayer que seguía de cerca lo que ocurría en Beirut, aunque no ofreció detalles sobre las causas de la explosión. El Gobierno de Israel, por su lado, que estos días ha afirmado haber tenido incidentes armados con fuerzas de Hizbolá, aseguró que no tenía nada que ver con la explosión y que la causa fue un incendio.

En Chipre, una isla al oeste del Líbano, los residentes dieron cuenta ayer de haber escuchado hasta dos grandes explosiones. H