Dos monjas católicas han pedido perdón por haberse apropiado de al menos 500.000 dólares propiedad de la escuela donde trabajaban para jugárselos en los casinos de Las Vegas. Su diócesis, la de Los Angeles, presentará cargos contra ellas tras las protestas de padres y comunidad educativa. Su intención en un principio era restituir el dinero y castigarlas de modo interno porque afirmaban que estaban "muy arrepentidas".

La directora del centro, Mary Margaret Kreuper, y la profesora Lana Chang fueron robando el dinero depositado como matrículas, cuotas y donaciones para la escuela católica St. James, situada en Torrance, un suburbio costero al suroeste de Los Ángeles, durante más de una década. El importe exacto está por determinar porque al parecer no figuran recibos de cantidades en efectivo, según una auditoría contable externa que descubrió el robo.

Kreuper derivaba cheques dirigidos a la escuela a un supuesto convento, que tenía una cuenta bancaria cuya existencia solo conocían las dos religiosas. Ambas solían viajar juntas una vez al año y gastaban con cargo a la cuenta del convento, que usaban como si fuera propia.

Las religiosas, pertenecientes a la orden Hermanas de San José de Carondelet, una orden francesa creada en el siglo XVII, eran muy amigas. Ambas dejaron la escuela a principios de año y han sido castigadas por la diócesis y enviadas a dos conventos distintos. Además, la directora rechazaba invertir en la escuela explicando que no había fondos para ello, explica PressTelegram.com.

Muchos padres se quejaron a la diócesis por su decisión inicial de no procesar a las religiosas porque consideran que ambas deberían ir a la prisión. El desfalco se descubrió cuando se auditaron las cuentas de la escuela tras un concierto benéfico para recaudar fondos para una familia cuyo hijo menor había muerto atropellado ante el centro escolar.