En su constante alarde de atrocidades, el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha vuelto a superarse a sí mismo. En esta ocasión, el mandatario, que ya había dicho que había ejecutado con sus propias manos a sospechosos de cometer crímenes, ha asegurado que en una ocasión arrojó a un hombre desde un helicóptero. La víctima era un ciudadano chino sospechoso de violación y asesinato.

Duterte ha hecho esa confesión para amenazar a aquellos funcionarios que cometan actos de corrupción con el dinero destinado a la reconstrucción de las zonas afectadas por el tifón que ha azotado Filipinas. "Si eres un corrupto, te subo a un helicóptero a Manila y te tiro al vacío. Yo he hecho esto antes. ¿Por qué no puedo hacerlo otra vez", ha dicho.

"YO MISMO LES MATARÍA"

No fue la única amenaza que hizo. Tras conocer la detención de seis personas en Manila la semana pasada con media tonelada de metanfetamina, Duterte dijo: "Han tenido suerte de que no estaba en Manila en ese momento. Si llego a estar, les hubiera matado. No hay que hacer un drama de esto. Yo mismo les mataría a tiros si nadie más quisiera hacerlo", ha añadido.

Semanas atrás, Duterte explicó que, durante sus años como alcalde de Davao, patrullaba las calles en moto y no dudaba en ejecutar a delincuentes él mismo.