El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, siglas en inglés) ha multado con cerca de medio millón de dólares a una inmigrante ilegal, que vive en una iglesia de Columbus (Ohio) hace 21 meses, por negarse a ser deportada, según informó hoy el periódico The New York Times.

Y al parecer no es el único caso, según este diario empieza a ser una práctica habitual incluso en personas protegidas por centros de culto, pues cita otras casos con multas de hasta 300.000 dólares.

El caso de Edith Espinal, de 42 años y de quien no se revela su país de origen, es el de una inmigrante que pasa sus días orando y leyendo en una iglesia menonita en Columbus, donde vive hace casi dos años.

Los representantes de esta iglesia han estado protegiendo a Espinal, quien cruzó ilegalmente a los Estados Unidos hace más de dos décadas, mientras ella combate una orden de deportación.

Pero a principios de esta semana, la secretaria de la iglesia le entregó a Espinal una carta de Inmigración y Control de Aduanas que decía que ella se había "negado voluntariamente" a abandonar el país, había "engañado o conspirado" para evitar su deportación y que le debía al Gobierno casi medio millón de dólares, concretamente 497.777 dólares.

"No tengo esta cantidad de dinero", dijo Espinal, quien confesó al Times: "Nunca me imaginé que nos enviarían esta reclamación".

Edith has been living in sanctuary for 19 months. Please RT and follow Edith's story here on Twitter. @LetEdithStay #LetEdithStay #FamiliesBelongTogether pic.twitter.com/Iyxb0kGymx Solidarity With Edith (@LetEdithStay) 7 de mayo de 2019

Espinal es uno de los varios inmigrantes indocumentados que viven en casas de culto y que esta semana recibieron avisos similares, en lo que es la última medida tomada por la administración de Donald Trump contra la inmigración ilegal.

Funcionarios del ICE dijeron que la agencia tiene el derecho de imponer multas civiles de hasta 799 dólares al día a los inmigrantes indocumentados que hayan rechazado su deportación.

"El ICE se compromete a utilizar varios métodos de cumplimiento, incluidos arrestos, detenciones, monitoreo tecnológico y sanciones económicas, para hacer cumplir la ley de inmigración de EE.UU. y mantener la integridad de las órdenes legales emitidas por los jueces", dijo Carol Danko, una portavoz de la agencia de Inmigración.

A principios de esta semana, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva para cobrar todas las multas y multas de cualquier persona que hubiera entrado ilegalmente al país, y alertó de que su Gobierno iniciaría redadas de inmigración después del 4 de julio.

El lote de cartas de esta semana sorprendió a los pastores y activistas de inmigración, ya que las casas de culto, como hospitales y escuelas, en general han sido excluidas de las redadas, según relata NYT.

Y es que hay otros ejemplos: en la Iglesia Presbiteriana de St. Andrew, en Austin (Texas), Hilda Ramírez Méndez también recibió un aviso esta semana de que estaba bajo la orden final de expulsión y que se le impondría una multa de 303.620 dólares.

Ella ha estado viviendo por un tiempo en la iglesia con su hijo de 13 años de edad, cuya solicitud especial de estatus de inmigrante juvenil está pendiente.