El Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, pretende ampliar el alcance y la sofisticación de su red de defensas de misiles ante los avances de países como Corea del Norte e Irán en esa faceta, informó el miércoles el diario The Washington Post.

De acuerdo al rotativo capitalino, Trump presentará este jueves la nueva estrategia del Pentágono, un plan que significará la primera actualización de la doctrina de defensa de misiles en Estados Unidos en nueve años.

El Post citó el avance de Corea del Norte e Irán en la producción de misiles balísticos y la innovación de Rusia y China en ese campo, incluyendo la fabricación de misiles de corto alcance y vehículos aéreos hipersónicos, como los puntos que motivaron al Ejecutivo de Trump a actualizar su estrategia de defensa.

La respuesta del Gobierno estadounidense ante estas amenazas será pedir "nuevas inversiones urgentes", según el periódico, en tecnologías de defensa de misiles en todos los ámbitos, para así crear una enorme red de sensores sobre la Tierra capaz de rastrear misiles mientras se lanzan.

LÁSER ANTIMISILES

La revisión también subraya que un mayor desarrollo de este tipo de láseres de alta energía podría dar a Estados Unidos una forma rentable de destruir misiles poco después de su lanzamiento.

"Estamos ampliando el alcance de lo que estamos preparados para defendernos", apuntó un alto funcionario de la Administración estadounidense en una llamada con periodistas, según el Post.

Pese a que se suponía que este plan de defensa se iba a publicar hace un año, la Casa Blanca y el Pentágono decidieron repensar la estrategia para abordar amenazas más allá de Corea del Norte y de Irán.

Las negociaciones en curso sobre el desarme nuclear de Pionyang también provocaron el retraso en el anuncio de la táctica del Departamento de Defensa estadounidense, de acuerdo a la información del principal diario de Washington.

PRUEBAS FALLIDAS

En los últimos meses, el Pentágono ha efectuado con éxito dos pruebas de su sistema antimisiles, lo que supone un respiro para las Fuerzas Armadas estadounidenses después de que a lo largo del año 2018 se registraran dos fracasos en ejercicios de interceptación de misiles balísticos.

El último de estos reveses se produjo a mediados de junio, cuando un misil inteligente lanzado desde el destructor USS John Paul fue incapaz de alcanzar su objetivo, un proyectil de alcance medio lanzado desde Hawái.

Este ensayo se produjo en un momento de gran tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte, tras varios meses de pruebas con misiles de medio alcance por parte de Corea del Norte.