Estados Unidos e Irán optaron el pasado miércoles por frenar su incendiaria escalada y evitar un conflicto total pero, incluso sin una guerra abierta, su tenso enfrentamiento, y lo que parece ser un «error» de Teherán, puede haberse cobrado 176 víctimas mortales.

Ese era el número de personas (167 pasajeros y nueve miembros de la tripulación) que viajaban el miércoles por la mañana en el vuelo PS752 entre Teherán y Kiev. La mayoría eran iranís (79) y canadienses (63), pero había también 10 suecos, 11 ucranios, siete afganos, tres británicos y tres alemanes. Todos perecieron cuando el Boeing 737-800 de Ukraine International Airlines cayó poco después de despegar de la capital iraní.

Y ayer, fuentes de inteligencia de diversos países referenciadas por varios medios estadounidenses y por Justin Trudeau, el primer ministro de Canadá, apuntalaron la tesis de que Irán pudo derribar, quizá «involuntariamente» o «por error», el vuelo comercial. Irán negó ayer esa versión. «Se trata de una guerra psicológica contra Irán. Todos los países cuyos ciudadanos estaban en el avión pueden enviar a representantes. También Boeing». dijo el portavoz del Gobeirno, Alí Rabiei

«Las pruebas indican que el avión fue derribado por un misil tierra-aire iraní», insistió el primer ministro canadiense, que se apoyó para hacer sus afirmaciones en información de inteligencia de «múltiples fuentes», incluyendo propia y de «aliados». Y aunque Trudeau dijo que lo ocurrido «bien puede haber sido involuntario», también aseguró que sus compatriotas «quieren respuestas. Eso significa transparencia, responsabilidad y justicia», añadió.

Unas horas antes de la declaración de Trudeau medios estadounidenses, empezando por CBS y Newsweek, habían empezado a citar fuentes de inteligencia para apuntar a que detectaron que los iranís habrían lanzado dos misiles desde su sistema móvil de defensa aérea SA-15, señales a las que siguieron una explosión.

Una de las teorías es que, en alerta elevada tras haber bombardeado esa madrugada dos bases estadounidenses en Irak en respuesta al asesinato el viernes anterior del general Qasim Soleimani, los iranís pudieron confundir el avión comercial con uno militar estadounidense que podría estar en misión de represalia. Una fuente británica citada por The Guardian aseguró que «la valoración es que esto parece un trágico accidente».

CRECIENTE ESPECULACIÓN / También The New York Times colgó un vídeo, cuya autenticidad dice haber verificado, donde las imágenes parecen mostrar el impacto de un misil iraní en el avión sobre Parand, cerca del aeropuerto de Teherán, el área en que la aeronave dejó de transmitir señales. Según las imágenes, el avión no explotó tras el impacto y empezó a volar de vuelta hacia envuelto en llamas antes de explotar y estrellarse.

Aunque ni el Pentágono ni la Administración estadounidense llegaron a ofrecer confirmación oficial de la información facilitada por las fuentes estadounidenses de inteligencia, el presidente Donald Trump, durante una comparecencia por otro motivo ante la prensa en la Casa Blanca, dejó entrever que esa es la tesis que maneja. «Alguien pudo cometer un error en el otro lado», afirmó.

El consejero de la Organización Civil de Aviación de Irán, Ali Abedzadeh, había negado antes de las últimas informaciones la creciente especulación sobre el posible derribo con misiles, declarándolo «científicamente imposible». También había invitado a Canadá y Suecia a colaborar en la investigación. Una compañía estadounidense, ha invitado a la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de EEUU, una agencia independiente que investiga accidentes aéreos, a participar en las pesquisas.