Turquía seguirá atacando a las milicias kurdo-sirias en el norte del país árabe siempre y cuando estas continúen en la orilla occidental del Éufrates. Cuando parecía que las cosas no se podían enredar más en Siria, dos aliados de Estados Unidos se han enzarzado en combates que han dejado al menos un muerto en el bando turco y unos 25 en el kurdo en los últimos días, siempre según fuentes oficiales turcas.

Washington ha condenado las acciones. “Queremos dejar claro que consideramos estos enfrentamientos, en áreas donde no está presente el Estado Islámico, inaceptables y una fuente de grave preocupación”, aseguró el enviado presidencial especial de EEUU para la coalición anti-Estado Islámico, Brett McGurk.

“Hacemos un llamamiento a las partes armadas a dejarlo”, agregó McGurk, al tiempo que solicitó unidad frente al Estado Islámico (EI), “que sigue siendo una amenaza letal y común”.

EXIGENCIA DE ANKARA

Sin embargo, en opinión del viceprimer ministro turco Numan Kurtulms, EEUU “debería cumplir su palabra” y forzar a la guerrilla kurdo-siria al este del Éufrates, como ansía Turquía. “EEUU sabe la sensibilidad de Turquía en este asunto”, apuntó Kurtulmus, en referencia al temor turco de que los kurdo-sirios acaparen todo el norte de Siria, cerrando así el acceso terrestre de Ankara al país vecino y aumentando los miedos turcos de la creación de un estado kurdo en su frontera sur.

Por su parte, el ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlüt Çavusoglu, ha sido bien claro respecto a la Operación Escudo del Éufrates (la elección del nombre de la misión dice mucho de las intenciones turcas en Siria). El Ejército de Turquía seguirá cebándose con objetivos kurdo-sirios “hasta que se trasladen al este del Éufrates”. “Tienen que hacerlo lo antes posible, como ellos anunciaron y EEUU prometió”, incidió Çavusoglu, quien acusó a estas milicias de llevar acabo “limpiezas étnicas” en las zonas bajo su control.

Turquía entró en Siria apoyada por la coalición anti-EI e infantería del poliédrico Ejército Libre Sirio el pasado 24 de agosto, un día después de que dos proyectiles procedentes de la zona del norte del país árabe entonces controlada por los yihadistas impactaran en suelo turco. Ankara ha prometido “limpiar” su frontera de terroristas. El problema es que Turquía considera terrorista al kurdo-sirioPartido de Unidad Democrática (PYD) y sus milicias, las Unidades de Protección Popular (YPG), apoyadas por EEUU y el actor más solvente contra los fundamentalistas en Siria.

Avance del Ejército Libre Sirio

El Ejército Libre Sirio, compuesto por opositores al régimen sirio y que agrupa desde moderados a yihadistas, continúa avanzando en el norte de Siria con la ayuda de las fuerzas armadas turcas. Mientras que el objetivo de arrebatar Jarabulus (la última ciudad fronteriza con Turquía en manos del Estado Islámico) se cumplió en las primeras horas de la operación Escudo del Éufrates el pasado día 24, los guerrilleros han seguido avanzando hacia el sur y el oeste.

Un comandante del grupo -que pidió el anonimato- aseguró que sus hombres habían expulsado a las milicias kurdo-sirias YPG de ocho pueblos en un radio de 20 kilómetros a la redonda de Jarabulus, situada al oeste del río Éufrates. Siete combatientes de las YPG fueron capturados en estas operaciones, en las que también hallaron munición enemiga. Además, según Ankara, la Media Luna Roja turca está distribuyendo ayuda humanitaria en las zonas "liberadas".