El Gobierno de Estados Unidos advirtió a Irán que responderá "rápido y de forma contundente" a cualquier ataque suyo o de sus aliados contra intereses o ciudadanos estadounidenses. "El régimen de Teherán debe comprender que cualquier ataque por parte de él o de sus aliados cualesquiera que sea su identidad contra intereses estadounidenses o ciudadanos será respondido con una respuesta de EEUU rápida y contundente", dijo el secretario de Estado, Mike Pompeo en un comunicado.

Aun así, el titular de Exteriores subrayó que ni su país ni sus socios buscan una guerra con la República Islámica. Sin embargo, "los cuarenta años de Irán asesinando a soldados estadounidenses, atacando instalaciones estadounidenses y tomando rehenes estadounidenses son un recordatorio de que debemos defendernos", dijo Pompeo.

TRUMP AUMENTA LAS SANCIONES

El jefe de la diplomacia señaló que "la contención" mostrada por Estados Unidos hasta ahora "no debería ser confundida por Irán con una falta de determinación". Y agregó: "Hasta la fecha la opción por defecto del régimen (iraní) ha sido la violencia, e instamos a aquellos en Teherán que ven un camino a un futuro próspero a través de una reducción (de la tensión) que modifiquen el comportamiento del régimen".

Pompeo recordó que el presidente de los EEUU, Donald Trump, apuntó que deseaba algún día "reunirse con los líderes de Irán para lograr un acuerdo y lo más importante, adoptar los pasos para que Irán tenga el futuro que se merece".

Trump dio un paso más en la presión sobre Irán con la imposición de nuevas sanciones, en este caso a las exportaciones de hierro, acero, aluminio y cobre, a la vez que exigió a Teherán que "altere fundamentalmente su conducta".