El Pentágono confirmó este sábado el envío de aviones para proteger posiciones kurdas entre las que se encuentran fuerzas especiales estadounidenses en la ciudad de Hasakah, en el noreste de Siria, después de que sufriesen bombardeos por parte del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad.

"Esto se hizo como una medida para proteger a las fuerzas de la coalición. Dejamos claro que la fuerza aérea de EEUU defendería a las tropas sobre el terreno si son amenazadas", afirmó el capitán Jeff Davis, portavoz del Pentágono, en declaraciones recogidas por medios estadounidenses.

De acuerdo a Davis, aviones sirios SU-24 lanzaron bombas el jueves en una zona "peligrosamente cercana" a donde se hallan fuerzas especiales de EEUU que apoyan a la milicia kurda YPG en Hasakah.

Las fuerzas estadounidenses, que formalmente participan como asesores de las milicias kurdas en la zona y no entran en combate, no registraron víctimas ni heridos, aunque varios milicianos kurdos podrían haber muerto en el bombardeo, según los medios, aunque no ha habido confirmación oficial de ese extremo.

COMUNICACIÓN SIN RESPUESTA

Tras el ataque, las fuerzas especiales fueron retiradas de la zona.

Davis agregó que las "fuerzas de la coalición sobre el terreno" trataron de contactar con los aviones sirios sin recibir respuesta, y luego se comunicaron con los rusos en un canal conjunto, pero su respuesta fue que sus aeronaves no estaban involucradas en los ataques.

Cuando los aviones estadounidenses llegaron, los cazas sirios ya habían abandonado la zona.

Los kurdos controlan gran parte del noreste y norte de Siria cerca de la frontera con Turquía, donde han proclamado una región autónoma, pero todavía luchan contra facciones progubernamentales en la ciudad de Hasakah.