El presidente de EEUU, Donald Trump, confirmó ayer en un comunicado que el líder de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), Qasem al Rimi, murió en una operación estadounidense en Yemen el pasado enero, como adelantó la semana pasada el diario The New York Times.

La muerte de Al Rimi supone un golpe importante para AQPA, considerada una de las ramas más peligrosas del grupo terrorista Al Qaeda porque ha perpetrado atentados más allá de su base, situada en Yemen, casi siempre contra intereses de Estados Unidos.

El diario The New York Times ya informó el viernes pasado de que Estados Unidos creía haber matado a ese líder en un ataque aéreo con drones, después de meses de rastrearle mediante vigilancia aérea y otros métodos de inteligencia. Al Rimi, un yemení de 41 años, era «uno de los fundadores y el líder de Al Qaeda en la Península Arábiga, y un lugarteniente del líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri», que formaba parte de ese grupo terrorista desde «la década de 1990, cuando trabajó en Afganistán para Osama bin Laden», según EEUU.

«Bajo el mando de Al Rimi, AQPA cometió una violencia inefable contra civiles en Yemen e intentó lanzar e inspirar numeros ataques contra Estados Unidos y nuestras fuerzas», indicó Trump.

Justo el pasado domingo, AQPA reivindicó la autoría de un ataque perpetrado por un integrante de la Fuerza Aérea saudí que estudiaba en una base militar de Florida (EEUU) y mató a tiros a tres personas a principios del pasado mes de diciembre. La muerte de Al Rimi «degrada aún más a AQPA y al movimiento global de Al Qaeda, y nos acerca más a eliminar las amenazas que presentan estos grupos para la seguridad» estadounidense, opinó Trump. la CIA localizó el pasado mes de noviembre a Al Rimi gracias a un informante en Yemen.