A pocos días de arrancar la Asamblea General de la ONU, el Gobierno de Donald Trump dio el sábado un nuevo golpe en el tablero internacional al dar por restablecidas todas las sanciones contra Irán y avisó de que adoptará medidas contra los miembros de la ONU que se opongan. Washington inició en agosto un procedimiento ante Naciones Unidas para retomar los castigos alegando que Teherán había incumplido sus obligaciones.

Igual que sucedió el pasado mes de agosto, el resto de miembros del Consejo de Seguridad, empezando por Rusia, rechazaron ayer el castigo y recordaron que Estados Unidos no tiene derecho a utilizar este mecanismo, ya que abandonó el pacto nuclear en el 2018. «Las iniciativas y acciones ilegítimas de EEUU, por definición, no pueden tener consecuencias legales internacionales para otros países», subrayó el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado.

Por su parte, los titulares de Exteriores de Alemania, Francia y Reino Unido destacaron que Washington «ya no es parte del acuerdo» por lo que cualquier decisión que pueda adoptar en relación a este proceso «no tiene efectos legales».

El régimen de Irán, por su parte. consideró que el gesto del Ejecutivo de EEUU supone «una gran amenaza» para la paz mundial, además de una «burla» del derecho internacional y de la Carta de la ONU.