El Ejército de Nigeria ha rescatado a parte de las casi 100 niñas desaparecidas el pasado lunes tras el ataque del grupo yihadista Boko Haram a un instituto femenino de la ciudad de Dapchi, en el noroeste del país.

En un comunicado, las autoridades de Yobe, el estado en el que se produjo el ataque, han declarado que las niñas rescatadas estaban bajo custodia de las Fuerzas Armadas, aunque sin especificar el número de estudiantes ni las circunstancias en las que han sido liberadas.

No obstante, Reuters ha informado que el miércoles a última hora 76 niñas han sido devueltas a sus familias en Dapchi. El Ejército también ha recuperado los cadáveres de otras dos niñas y 13 siguen en paradero desconocido, según han declarado a la agencia de noticias tres padres de las víctimas, un vecino y una fuente oficial del Gobierno local.

DECLARACIONES CONTRADICTORIAS

Se desconoce aún si estas niñas habían llegado a ser secuestradas por los yihadistas o se habían perdido en los bosques cercanos huyendo del ataque. El presidente del país, Muhamadu Buhari, envió un mensaje de apoyo a las familias de las niñas y ordenó al Ejército que actuara para encontrar a todas las jóvenes desaparecidas, aunque padres y testigos que informaron a Reuters sobre la desaparición de las jóvenes lo hicieron bajo condición de anonimato, y señalaron haber sido advertidos por las autoridades nigerianas de que no revelaran la desaparición.

¿UN NUEVO CHIBOK?

El ataque se produjo el lunes, cuando milicianos de Boko Haram llegaron a Dapchi el lunes por la noche en camiones, armados con armas pesadas, uniformados de camuflaje y disparando al aire.

El asalto contra este instituto, al que asisten 889 estudiantes, ha reavivado temores entre una población que todavía tiene muy presente el secuestro de más de 270 niñas por parte de Boko Haram en Chibok, en el estado vecino de Borno, en el 2014.

Este caso atrajo la atención mundial sobre las actividades del grupo terrorista en la zona, un conflicto que lleva en marcha nueve años y que suma ya 20.000 muertos y unos dos millones de desplazados.