Las Fuerzas Armadas turcas aseguran haber tomado el poder en el país para “reestablecer el orden constitucional, la democracia, los derechos humanos y las libertades". Además, según la agencia de noticias AFP, el jefe del Estado Mayor del Ejército sería rehén de los militares golpistas.

Esta información concuerda con la aportada por fuentes de la Presidencia del país eurasiático, que afirman que el comunicado de los militares no fue autorizado por la cadena de mando.

Minutos antes, el primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, ha confirmado en declaraciones a la cadena NTV que hay un aparente golpe militar en la capital, Ankara.

"Hay probabilidad de un levantamiento militar", dijo Yildirim, descartando que la asonada pueda tener éxito.

"Se trata de un grupo dentro del Ejército que se ha alzado", dijo el jefe de Gobierno, quien admitió que esos militares habían "rodeado algunos edificios importantes".

"Quienes lo han hecho pagarán un alto precio. No haremos concesiones en la democracia", prometió Yildirim.

La agencia turca Dogan señaló que numerosas ambulancias habían acudido al cuartel central del Estado Mayor donde según testigos se habían oído tiroteos.

Según el diario digital T24, el edificio donde se halla el centro de los servicios secretos turcos había sido tiroteado desde un helicóptero.

Un gran contingente de policía se ha desplegado en Ankara y ha cerrado los accesos a la céntrica plaza de Kizilay.

Al mismo tiempo, unidades de la Gendarmería cerraron las dos puentes sobre el Bósforo en Estambul, impidiendo todo tráfico de la parte asiática a la europea de la ciudad, informa la cadena NTV.

También se han desplegado tanques cerca del aeropuerto de Atatürk en Estambul, agregó la misma emisora.