Ha llegado el día. Después de sufrir los meses más duros y críticos desde que llegó al poder la cancillera Angela Merkel tiene hoy una importante prueba sobre su liderazgo y futuro político. Desde primera hora de la mañana los estados de Baden-Württemberg, Renania-Palatinado y Sajonia-Anhalt celebran unas elecciones que pueden entenderse como un plebiscito sobre la política de acogida de refugiados de Berlín.

Según apuntan las encuestas Merkel lo tiene especialmente difícil en el próspero Baden-Württemberg, el lander en disputa más grande y principal bastión de los conservadores. El mensaje xenófobo de Alternativa para Alemania (AfD) tiene más números de calar hondo en el sur del país. Así, se espera que la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la cancillera se hunda hasta un 10,5% mientras que la formación euroestéptica crezca un 12,5%. La ultraderecha también se aprovecharía de la debilidad de los socialdemócratas(SPD), que pasarían del 23,1% de los votos a los 12,5%. Los verdes, con fuerza en este Estado, también sacarían rédito de la caída roja para pasar del 24,2% al 33,5%.

En Sajonia-Anhalt se espera que AfD tenga una entrada triunfal en el parlamento. Según la última encuesta publicada el partido encabezado por Frauke Petry se lanzaría hasta el 19% de los votos, quedando como tercera fuerza. El SPD se apagaría y pasaría del 21,5 al 15,5% mientras que también lo haría en menor medida Die Linke(La Izquierda), que pasaría del 23,7 al 20%. En este Estado la CDU mantendría su liderazgo pero también retrocedería un 3,5% hasta un 29% del sufragio. El debilitamiento socialdemócrata podría poner en jaque la actual coalición con los conservadores.

En Renania-Palatinado se espera que el debilitamiento de la CDU y el SPD sea muy menor, del 0,2% y 0,7%, y ambos queden con el 35% de los votos. En este caso AfD también se propulsaría y entraría en el parlamento regional con un 9% de los votos. Hay que tener en cuenta que el partido xenófobo se presenta por primera vez a estos comicios, lo que hace que una entrada con fuerza en la escena política podría desestabilizar a la coalición conservadora formada por la CDU y la CSU, ya muy mermada por las latentes discrepancias sobre como abordar crisis de los refugiados.