El acuerdo financiero entre el Reino Unido y Bruselas por la factura del ‘brexit’ parece avanzar hacia una solución. Aunque tanto el Gobierno británico como el jefe negociador de la UE, Michel Barnier, desmentían el miércoles que se haya llegado a un pacto definitivo, el acuerdo “está muy próximo”, según un comisario europeo. Habrá que esperar “quizás hasta la semana que viene”, auguraba Barnier. La posibilidad de iniciar la segunda fase de las negociaciones y comenzar a estudiar las futuras relaciones comerciales entre ambas partes, una vez consumado el ‘brexit’, es al fin una buena noticia para Theresa May y para el mundo financiero y de los negocios. El montante de la factura, más del doble de los 20.000 millones de euros a los que la primera ministra aludió en su discurso del pasado mes de mayo en Florencia, ha desatado sin embargo la cólera de los euroescépticos radicales.

El eurodiputado Nigel Farage, antiguo líder del UKIP y el principal impulsor del ‘brexit’, pide que el Reino Unido abandone las negociaciones antes que pagar esa suma. “Es completa y totalmente inaceptable. Es una verdadera traición aceptar una suma de tal magnitud solo a cambio de la promesa de un acuerdo conveniente en nuestras futuras relaciones comerciales”, declaró quien jugó un papel clave en el referéndum del 2016.

El ritmo que marca la UE

Jacob Rees-Mogg, un destacado diputado del partido conservador y prominente euroescéptico, considera que el Reino Unido está “bailando al ritmo” que le marca la UE y debe asegurarse, antes de desembolsar cualquier cantidad, que habrá un pleno acuerdo en comercio. Otro diputado ‘tory’, Philip Davies, afirma que “cualquier dinero disponible”, en época de austeridad, debe ser para el Reino Unido y no “para sobornar a la Unión Europea”.

En cambio, el ministro de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, que hace cuatro meses declaraba que la UE podía “irse a paseo” y calificó de “exorbitantes” sus demandas por la separación, afirma ahora que “ha llegado a hora de alejar el barco (de las negociaciones) de las rocas”, e iniciar las conversaciones sobre comercio. El diputado proeuropeo laborista Chuka Umunna estima que las cifras avanzadas por la prensa sobre la factura a pagar “son el símbolo evidente de la imposibilidad de llevar a cabo el ‘brexit’ en las condiciones que se plantearon al pueblo británico".