La justicia británica ha determinado que el emir de Dubái secuestró y torturó a sus dos hijas, las obligó por la fuerza a volver a Dubái y amenazó a su esposa, contra la que lanzó una campaña de intimidación. El Tribunal Superior británico ha ratificado, en una serie de sentencias publicadas este jueves, las alegaciones contra el jeque Mohammed ben Al-Maktoum, de 70 años, presentadas por su exesposa, la princesa Haya Bint Al-Hussain, de 45. El emir había hecho todo lo posible para que no saliera a la luz lo que la justicia británica califica como hechos probados en favor de la princesa.

Haya huyó de Dubái con sus dos hijos, un chico de 7 años y una niña de 11, temiendo por su vida. En el veredicto, tras ocho meses de litigio, en los que se han escuchado numerosos testimonios, el juez estima que el gobernador en jefe de los Emiratos Árabes Unidos “no ha sido franco y honesto con el tribunal”.

Capturada en la India

De acuerdo con el juez, en el año 2000, los agentes del emir persiguieron hasta Inglaterra a su hija Sheikha Shamsa, presumiblemente le inyectaron un calmante y la obligaron a volver a Dubái, donde sigue cautiva. Otra hija, Sheikha Latifa, intentó huir fallidamente en dos ocasiones. La última fuga, en el 2018, quedó bien documentada en un vídeo que ella misma grabó. La escapada concluyó cuando fue capturada en las costas de la India y obligada por la fuerza a volver a Dubái, donde está detenida bajo arresto domiciliario. Según el juez, “las dos jóvenes siguen estando sometidas a la privación de su libertad”.

La princesa Haya de Jordania se había casado con el jeque en el 2004 y era su sexta esposa. El pasado año inició una relación extraconyugal con un guardaespaldas británico. A partir de ese momento, comenzó una campaña de desprestigio e intimidación, incluida la amenaza de deportación a una prisión en el desierto. En esas circunstancias, el pasado abril huyó a Inglaterra con sus dos hijos. La princesa vive fuertemente protegida y está llevando a cabo los trámites de divorcio en Londres.