Tarde gris en Alemania. A las 15.27 horas todas las alarmas saltaron cuando una furgoneta embistió a una multitud de personas en la ciudad alemana de Münster, al norte de Dortmund, causando dos muertes y hasta 20 heridos, seis de los cuales se encuentraban anoche en estado crítico.

Según apuntaron de seguridad al diario Süddeutsche Zeitung y a las cadenas NDR y WDR, el autor del ataque sería Jens R., un hombre de 48 años con problemas psicológicos. La policía confirmó que tras abalanzarse contra los transeúntes el conductor se suicidó de un disparo.

Aunque en un principio se habló de tres víctimas mortales, además del conductor, el ministro del Interior del estado de Renania del Norte-Westfalia, Herbert Reul, confirmó que la cifra se reducía a dos.

El ataque tuvo lugar en el centro histórico de la ciudad, con las terrazas abiertas y abarrotadas de personas. La furgoneta se estampó a gran velocidad contra uno de esos restaurantes. Debido a que es una área peatonal con muchos accesos cerrados se tuvieron que emplear helicópteros para trasladar a los heridos a hospitales de la ciudad.

Ese modus operandi recordó en un principio al utilizado en otras tragedias como el atentado terrorista de Berlín del 19 de diciembre de 2016. Sin embargo, tras las primeras investigaciones Reul confirmó que el autor del ataque era un ciudadano alemán y descartó toda relación con el terrorismo yihadista. «Actualmente no hay indicios de una motivación islamista», remarcó. «El hecho de que el culpable se disparara a sí mismo es inusual», añadió a la cadena ARD el experto en terrorismo Michael Stempfle.

Hasta el cierre de esta edición, el motivo del ataque seguía siendo poco claro. Diseñador industrial originario de Münster, Jens R. tiene un historial marcado por diversos problemas psicológicos. Aunque las autoridades no tienen indicios de que fuese un extremista, tras conocerse su autoría la policía ha registrado su apartamento en busca de explosivos.