El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, advirtió ayer a EEUU que puede optar por otros «amigos y aliados» como respuesta a las medidas económicas que el presidente Donald Trump impuso a Ankara. Tras afirmar en Twitter que «nuestras relaciones con Turquía no son buenas en este momento», Trump anunció el viernes que EEUU duplicaba los aranceles sobre las importaciones turcas del aluminio y del acero, lo que provocó el desplome de la moneda turca en más de un 18%. Erdogan ha calificado la medida de «misil económico».

«A menos que EEUU no empiece a respetar la soberanía de Turquía y demuestre que entiende los peligros a los que nuestra nación de enfrenta, nuestra alianza estará en peligro», ha escrito Erdogan en un artículo que publicó ayer en el The New York Times. En términos similares expresó, esta vez en el diario progubernamental turco Daily Sabah, el portavoz del presidente turco, Ibrahim Kalim, quien escribió que «EEUU corre el riesgo de perder a Turquía» como aliado. Irán calificó de «vergonzosa» la medidas económicas impuestas a Turquía y a través del ministro de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, mostró su apoyo y solidaridad con el Gobierno de Erdogan.

La crisis desatada esta semana es consecuencia de las fuertes discrepancias que mantiene ambos gobiernos, principalmente en la guerra de Siria, en la intención de Ankara de adquirir sistemas de defensa rusos, a pesar de formar parte de la OTAN, y en el caso del pastor evangélico estadounidense Andrew Brunson, juzgado por «terrorismo» y «espionaje» en Turquía, y que desde finales del mes de julio se encuentra en arresto domiciliario tras pasar un año y medio en prisión.

Washigton exige su puesta en libertad inmediata, mientras que Ankara, por su lado, pide desde hace tiempo la extradición del predicador islamista Fethullah Gülen, que desde hace 20 años reside en EEUU, y que Erdogan señala como el arquitecto del fallido golpe de Estado del julio del 2016. Erdogan dijo ayer en un acto público que aquellos que organizaron y participaron en la fracasada asonada intentan ahora conspirar contra Turquía a través de la economía, aunque se abstuvo de mencionar a ningún país.

En el artículo del The New York Times, Erdogan lamenta que Washington opte por Brunson antes que por Turquía, donde EEUU tiene la base militar de Incirlik, básica en la lucha contra el Estado Islámico y sede de parte del sistema de defensa de misiles de la OTAN contra Irán.