El Congreso Mundial de la Energía ha reunido, por primera vez desde que Turquía derribara un avión de caza ruso el pasado noviembre, al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y a su homólogo ruso, Vladimir Putin. Tras meses de desencuentros y hasta de acusaciones cruzadas de financiar el terrorismo yihadista, ambos líderes se han visto en Estambul, sede del citado foro sobre energía, donde han firmado un acuerdo para llevar a cabo un gasoducto para transportar gas ruso hacia Europa bajo el Mar Negro. Putin y Erdogan han llegado a un acuerdo sobre este proyecto energético de envergadura entendido como forma de sellar su reconciliación después de una grave crisis diplomática.

Los dos mandatarios intervinieron de manera individual en el congreso. Erdogan postuló a Turquía como la opción más idónea para trazar un nuevo gasoducto rumbo a Europa, finalmente acordado, al tiempo que adelantó que el país eurasiático producirá un 30% de su energía de fuentes renovables. Otro 10% provendrá de energía nuclear. Por su parte, Putin indicó que su país busca cumplir los Acuerdos de París sobre reducción de emisiones contaminantes y destacó la reducción de la producción de petróleo como la única vía para lograrlo.

Erdogan y Putin se reunieron un día después de que representantes de ambos países alcanzaran un acuerdo para crear unfondo de inversión común por valor de 1.000 millones de dólares, que irán destinados a sectores clave como la energía, la agricultura, el transporte o el turismo, este último fuertemente resentido tras la ruptura de relaciones entre ambos países y que solo ahora maquilla mínimamente pérdidas millonarias.