Anne M. Donnelly, de 57 años, es la primera jueza que ha plantado cara al presidente Donald Trump, al dictar una resolución por la que suspende partes de la orden ejecutiva que prohíbe la entrada al país de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana. Su decisión la ha puesto bajo el foco de forma inesperada, erigiéndose en símbolo de la defensa de los derechos civiles.

Donnelly estaba trabajando el sábado por la noche, cuando después de una jornada de caos y protestas en los aeropuertos atendió la demanda urgente de la Unión Americana de LIbertades Civiles contra la orden presidencial. Su decisión fue suspenderla deportación de aquellas personas que habían llegado a los aeropuertos y puertos de Estados Unidos y que la orden ejecutiva de Trump había dejaba en un limbo. Sin entrar a pronunciarse sobre la constitucionalidad de la medida, la juez federal prohibió las expulsiones ante el “daño irreparable” que podrían sufrir los afectados si eran devueltos a sus países.

Sus colegas la definen como una persona astuta que no se deja intimidar pese a estar en el ojo del huracán. Antes de trabajar en juzgado federal de Brooklyn, lo hizo durante muchos años (1984-2009) en la oficina del fiscal de Manhattan, donde tuvo un papel destacado en el procesamiento de Dennis Kozlowski, exconsejero delegado de Tyco International, condenado por apropiarse de 81 millones de dólares en forma de bonus.

Ya en ese caso demostró su templanza y profesionalidad, manteniendo en todo momento la calma pese estar en el centro de la tormenta durante meses. "La tormenta que se desate a su alrededor no la va a perturbar", dice al 'New Yok Times' Linda Fainstein, que trabajó con ella en la fiscalía. "Se ganó una reputación excelente", recuerda.

Donnelly fue fiscal jefe de la Oficina de la lucha contra la violencia familiar y abuso infantil, hasta que en octubre de 2015 fue elegida juez federal por el distrito de Nueva York por el presidente Barack Obama y fue confirmada por el Senado por 95 votos a favor y dos en contra.

Elogios de la profesión

De sus compañeros de profesión recibe elogios. Andrew M. Lankler, de un bufete de abogados que trabajó con ella, asegura de Donnelly que es "extremadamente inteligente consciente y con un gran sentido de la justicia". En términos parecidos se expresa otro abogado: "Es exactamente el tipo de juez que quieres tener delante: tenaz, brillante, temperamental y justa".

Cyrus R. Vance Jr., hijo del exsecretario de Estado y actual fiscal del distrito de Manhattan que también trabajó on Donenelly, se ha referido este domingo a su dilatada trayectoria en los tribunales. "Anne tiene gran experiencia en casos como jueza y como fiscal, tiene una gran experiencia y es una abogada dura, pero aún así es una de las personas más genuinas y buenas que conozco".