La Cámara de los Comunes británica empieza a debatir este lunes el controvertido proyecto de ley de Boris Johnson que revisa el acuerdo del 'brexit' firmado con la Unión Europea, una iniciativa ha vuelto a dividir a los suyos e irritado a los europeos en plenas negociaciones sobre el acuerdo comercial. La sesión se presenta agitada en el Parlamento británico, donde la tramitación de la ley sobre el mercado interior amenaza con convertirse en un nuevo capítulo dramático del largo culebrón del 'brexit.

Pese a que Boris Johnson posee una holgada mayoría en la Cámara, la iniciativa ha irritado a numerosos diputados 'tories'. En la Cámara de los Lores, tampoco lo tendrá fácil. Pero, ¿cuáles son las calves de esta nueva legislación y por qué ha levanta tantas ampollas?

La ley

El 'brexit' es una realidad desde el pasado 31 de enero pero hasta final de este año rige un período transitorio en el que prácticamente nada ha cambiado, mientras se negocia el nuevo tratado comercial entre Londres y Bruselas. El Gobierno británico está preparando su nuevo arsenal legislativo y la ley que prepara para regular el comercio interno en el Reino Unido otorga a Londres la potestad de tomar unilateramente decisiones en su provincia de Irlanda del Norte.

Esta ley convertiría así en papel mojado un protocolo contenido en el Acuerdo de Retirada del Reino Unido de la UE firmado por las dos partes el pasado año que establece que que la provincia británica quede en el mercado único europeo en el caso de que la UE y Londres no lleguen a un acuerdo comercial que rija sobre sobre sus nuevas relaciones comerciales.

Este protocolo pretende evitar levantar una frontera física entre la República de Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte que ponga en peligro los acuerdos de paz firmados en 1998 que pusieron fin a tres décadas de violencia sectaria en el Ulster, con más de 3.000 muertos.

La oposición a la ley

El proyecto de ley de Johnson revisa los compromisos adquiridos y firmados en el acuerdo de retirada que hizo posible el 'brexit' el pasado 31 de enero. Ello supone una violación del derecho internacional porque se incumplen las obligaciones procedentes del acuerdo de retirada.

En plenas negociones sobre el acuerdo comercial que deben concluir antes de que acabe el año, la UE ha sido contundente con Johnson. Bruselas ha dado hasta final de mes al Gobierno británico para que retire la legislación. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha afirmado que Reino Unido debe "asumir su responsabilidad" y aplicar la totalidad del acuerdo del 'brexit', porque la "credibilidad internacional del Reino Unido" está en juego.

La antecesora de Johnson, Theresa May, también ha advertido sobre el daño a la confianza en el Reino Unido mientras que el laborista Tony Blair y el conservador John Major han firmado un artículo conjunto en el que califican de Johnson de "irresponsable". David Cameron, el exprimer ministro conservador que convocó el referéndum del 'brexit' en el 2016, ha sido el último en sumarse a las críticas. "Aprobar una ley del Parlamento y después romper una obligación contractual internacional es lo muy último que debería contemplarse", ha afirmado.

Los argumentos

El primer ministro británico, Boris Johnson, defiende la ley y acusa a la Unión Europea de querer "dividir" Reino Unido. Según el dirigente, la iniciativa pretenden evitar una hipotética aduana interior entre los territorios que conforman la isla de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y que la UE haga una "interpretación extrema" del protocolo sobre Irlanda del Norte para imponer una frontera comercial total bajo el mar de Irlanda".

Con la ley del Gobierno británico, desde desde el 1 de enero de 2021, las competencias en al menos 70 áreas hasta ahora ejercidas por la UE pasarán a las Administraciones autónomas de Gales, Escocia e Irlanda del Norte. Según Londres, se asegurará un funcionamiento fluido del mercado interior para que Irlanda del Norte continúe teniendo acceso sin restricciones al resto del mercado del Reino Unido.