A pesar de toda la presión y la atmósfera de miedo que han intentado crear, nos hemos reunido para empezar un futuro democrático y próspero para nuestro país. Así se pronunciaba el antiguo ministro de Asuntos Exteriores y exprimer ministro turco Ahmet Davutoglu para presentar su nuevo partido, el Partido del Futuro. En breve se prevé que otro antiguo ministro presente una nueva formación, aumentando el asedio al nicho de votantes del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Davutoglu, así, confirmaba lo que venía amenazando hacer durante meses: romper del todo con el AKP, el partido del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y en el que era una de las figuras más conocidas hasta el 2016, cuando fue forzado a dimitir como primer ministro. La decisión llega después de que el AKP perdiera la alcaldía de Estambul, a principios de verano, momento desde el que se han empezado a precipitar los acontecimientos.

Desde el 2016, junto con otros grandes nombres del AKP, Davutoglu fue paulatinamente retirado de la primera línea, ocupada por nuevas personas sin tanto perfil público y, sobre todo, más dóciles al líder. Los que mandan en Turquía no tienen otra agenda que no sea mantenerse en el poder. Nosotros venimos a decir que el futuro es nuestro país; el futuro es Turquía, dijo Davutoglu en la presentación.

Las estimaciones de voto le dan, a Davutoglu, cerca de un 5% de los sufragios. La cifra, evidentemente, está muy lejos de la de Erdogan, que en las elecciones generales pasadas recabó el 42% de apoyos. Pero aún así, el Partido del Futuro podría hacer daño al presidente: ambos pescan en las mismas aguas ideológicas. Un 5% de votos a Davutoglu, es, exactamente, un 5% menos para Erdogan. Y apenas se acaba de presentar el partido, que no conoce su techo.

Viejos conocidos

En el acto del pasado viernes, el antiguo primer ministro turco no estaba solo. Lo acompañaban como fundadores de Partido del Futuro 154 personas, entre las cuales hay viejos conocidos de la política turca y, sobre todo, del AKP. De hecho, esta nueva formación está muy próxima a la de Erdogan en lo que se refiere a ideología y política: Davutoglu, como su antiguo jefe, es conservador, neoliberal e islamista.

La diferencia, entonces, no deberá radicar en el qué sino en el cómo: Davutoglu dice que pretende acabar con el autoritarismo en Turquía, sin tener demasiado en cuenta que esta deriva autoritaria del AKP empezó cuando él aún formaba parte del Gobierno, hace apenas tres años.

Sin embargo, el Partido del Futuro no es la única escisión reciente del partido de Erdogan. En las próximas semanas, Alí Babacan, exministro de Economía del AKP y antiguo aliado del presidente turco, también presentará su propia formación política. Será parecida a la de Davutoglu, aunque con una perspectiva más neoliberal y económica. Más desgaste para las aspiraciones políticas de Erdogan.