Ante la evidencia de que el coronavirus bate récords, superando ya las 132 muertes y los 6.000 contagiados, lo que rebasa la cifra de infectados por el anterior coronavirus, conocido como SARS, varios países comenzaron este miércoles a repatriar a sus compatriotas, con el visto bueno de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que dejó en manos de los estados la decisión. Japón, Australia, Estados Unidos o Italia, Alemania y Francia, en la UE, han enviado o mandarán en las próximas horas aviones para traer de vuelta a sus conciudadanos que quieran regresar.

Precisamente este miércoles el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha convocado para este jueves una cumbre para estudiar la declaración de una emergencia internacional. Lo ha hecho después de reunirse con el presidente chino, Xi Jinping, y afirmar que si aparecen nuevos focos de la enfemedad, como el de Wuhan, "sería el caos".

En un avión francés

En España, Sanidad y Exteriores siguen buscando la mejor opción para traer a casa a la veintena de españoles confinados en Wuhan, el epicentro del brote. Por el momento, la alternativa que gana enteros es la de que embarquen en el segundo avión que Francia fletará en los próximos días, probablemente antes del fin de semana.

Lo que no está del todo claro es que sucederá a su regreso, si serán aislados en un hospital o en varios, ya que se han adopptado medidas especiales en tres. Lo que sí ha confirmado el Ministerio de Sanidad es que los 20 repatriados serán sometidos a una cuarentena, que será de unas dos semanas para confirmar que no están afectados por el virus.

De la misma forma actuarán Francia, Alemania y el Reino Unido, que incomunicarán a sus compatriotas 14 días. Mientras que Italia les aplicará un protocolo sanitario, sin especificar si este incluye o no cuarentena. Fuera de la UE, Australia les enviará a una remota isla del Índico, mientras que en Filipinas o en Guinea también habrá cuarentena. En Japón se les ha pedido que permanezcan en sus casas dos semanas.

Iberia cancela vuelos

Si bien, los ciudadanos que proceden o han estado en China y no presentan síntomas similares a los que provoca el coronavirus, no son, por el momento, aislados. Por ejemplo, este miércoles llegó a España el equipo de fútbol de Wuhan, con intención de llevar a cabo una concentración en Sotogrande (Cádiz). Y sus jugadores no han pasado ningún control al aterrizar. Si bien, todos ellos salieron de la zona cero el 2 de enero, por lo que se ha superado el tiempo de incubación sin que hayan presentado indicios de padecer la enfermedad. En Cádiz, no obstante, se les hará seguimiento médico.

España tampoco ha dado el paso de desaconsejar los viajes a China, como sí han hecho el Reino Unido o Alemania, pese a que la OMS no ha recomendado restringir los vuelos o el comercio. La decisión de las autoridades británicas ha provocado que British Airways suspenda todos sus vuelos con destino y origen en el gigante asiático. Horas después Lufthansa ha anunciado también la misma medida. Y no han sido las únicas compañía en cancelarlos, también lo han hecho aerolíneas rusas, indonesias, indias, etc. Ya por la tarde Iberia ha anunciado también la cancelación de todos sus vuelos a Shanghái.

Devolución de las reservas

Y es que, por motivos de salud pública, las principales cadenas hoteleras internacionales y agencias de viajes están ofreciendo la posibilidad de cancelar, de forma gratuita, las reservas previstas. En España, los grandes turoperadores, además de desaconsejar que se viaje al país, están ofreciendo la posibilidad de retrasar o anular los desplazamientos y estancias. Es normal que, ante el riesgo de contagio, muchas personas decidan anular sus viajes hacia China. Pero el verdadero daño para el sector turístico radica en que, durante las vacaciones por el Año Nuevo chino, debido a las limitaciones a los desplazamientos adoptadas por Pekín, miles de sus nacionales han anulado sus viajes a Europa.

En este contexto, muchas multinacionales están suspendiendo su actividad en el país asiático. Ikea ha decidido cerrar alrededor de 15 tiendas. Starbucks, 2.000 cafeterías. Un suma y sigue al que hay añadir la lista de eventos deportivos internacionales afectados. Por ejemplo, la copa mundial de esquí, prevista para febrero, ha sido cancelada, mientras que los órganos rectores de otros deportes están sopesando qué hacer. En esta situación, sólo parecen hacer negocio los fabricantes de mascarillas, un producto que se está agotando en las farmacias españolas ante la gran demanda de inmigrantes chinos, que adquieren cajas enteras para enviarlas a su país.