El Gobierno «quiere» y «pretende» que el Open Arms, que espera cerca de la isla italiana de Lampedusa para poder desembarcar a los 121 inmigrantes que rescató hace una semana, atraque en el puerto seguro más cercano pues considera que en Europa no puede afianzarse la idea de que «solo España rescata». «El convenio internacional dice que el barco con tripulación en la situación en la que se encuentra el Open Arms debe acudir al puerto seguro más cercano, y eso es lo que pretendemos y queremos que haga», zanjó la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, tras la reunión del Consejo de Ministros.

Y, «descartados los africanos», es fácil «saber qué puertos son esos», añadió la dirigente. «Más allá de eso, no entraré en si [Italia] cumple o incumple [las leyes internacionales]», ha añadido la también ministra de Educación.

Desde el país transalpino, sin embargo, el ministro del Interior, Matteo Salvini, aseguró en su cuenta de Twitter que ha mandado una carta al Gobierno español «para que se haga cargo» de los 121 inmigrantes a bordo del Open Arms, en tanto que «oenegé española». El dirigente ultra remató su mensaje con la etiqueta #puertoscerrados.

Celaá afirmó no haber recibido ningún escrito del Ejecutivo italiano, pero insistió en que «es obligación de todo capitán de buque que ve que hay un riesgo en su tripulación conducirlo al puerto seguro más cercano». Asimismo, apeló una vez más a la UE porque España «cumple, rescata, salva vidas permanentemente». «No podemos permitir que en el ámbito europeo se afinque el concepto de que solo España puede rescatar», sostuvo.

«De la misma forma que algunos puertos españoles han recibido barcos de otros países, toca a otros estados hacer lo propio con el Open Arms», puntualizó. La portavoz recordó que el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, pidió este jueves al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, «ayuda urgente y una distribución justa» de los 89 adultos y 32 menores auxiliados por el barco, que obtendrá una respuesta en «los próximos días».

La situación del Open Arms genera reacciones como la del presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, que instó a la UE a que adopte una posición más firme en defensa de los derechos humanos y del derecho del mar, que están «conculcando» los gobiernos italiano y maltés. Su homónimo en Cantabria, Miguel Ángel Revilla, trasladó su disposición a acoger a estas personas y mostró su tristeza por la «poca sensibilidad» en este asunto.