El impacto del brexit ha cambiado la vida de muchos españoles que viven en el Reino Unido. La sacudida les ha situado en una realidad que no esperaban. Comenzaron a sentirse extranjeros donde siempre habían sido uno más. El ambiente se ha ido enrareciendo y la falta de una salida clara, al cabo de tres años, aumenta la "ansiedad" y la "incertidumbre", las dos palabras más repetidas entre los entrevistados. Los casos denunciados en medios de comunicación y redes sociales, de comunitarios residentes desde hace años, a los que se les ha negado el permiso permanente, (algunos de ellos casados con un cónyuge británico y con hijos de la misma nacionalidad), aumenta la zozobra. Incluso los que no han tenido problemas perciben "un cambio en el ambiente": "Sientes que esta ya no es tu casa".

En el Consulado de España hay registrados oficialmente 165.000 españoles. A finales de agosto ya habían solicitado la residencia 86.400. Solo ese mes lo hicieron 17.300, una cifra muy elevada, que coincidió con la inquietante llegada de Boris Johnson. Sus promesas, repitiendo que los europeos son bien recibidos, tienen poco valor y pueden caer en saco roto si finalmente lleva al país a una salida no pactada con la Unión Europea. En esas circunstancias, la impresión de los españoles establecidos en Gran Bretaña es que el Reino Unido deberá alcanzar necesariamente un acuerdo bilateral con España, dado el alto número de británicos allí. El daño sin embargo ya está hecho. La mayoría de los entrevistados han perdido amigos, o compañeros de trabajo, gente cercana que se ha marchado a causa del brexit.

Carmen Calvo-Couto | Abogada, 46 años

“Temo que discriminen a mis hijas”

Trabaja en un bufete en Brighton, tiene la residencia permanente y el papeleo administrativo arreglado, pero está intranquila. "Después de llevar 21 años en este país, mi problema es que ahora veo el futuro con incertidumbre", relata. Un incidente le ha dejado afectada. "Sé de una amiga que estaba hablando con otra en español por la calle, se le acercaron y le dijeron que se marcharan a su país. Eso sucedió en Brighton, una ciudad muy internacional", recuerda. Está casada con un inglés y con dos hijas pequeñas. "A mis niñas siempre les hablo en español, pero he empezado a no hacerlo en el supermercado o en otros lugares públicos. También tengo miedo de que las discriminen". Carmen cree que el brexit, "ha incrementado el racismo y está alimentando los ataques xenófobos".

En su trabajo los cambios han sido sutiles. "Me dicen que no me preocupe, pero han empezado a dejarme los casos extranjeros, me están relegando de la parte no inglesa de la compañía". La situación le molesta e inquieta. "Yo ya soy medio inglesa. Mi casa, mi familia, están aquí y me da mucha rabia. Nunca antes había considerado la idea de volver a España y de momento no es el plan, pero conozco a varias personas que se han ido y he oído de más que lo han hecho".

Encarna Vidal | Profesora de español, 40 años

"De repente me sentí extranjera"

Casada con un británico, madre de Michael, de 5 años, recibió llorando el resultado del referéndum. Las cosas cambiaban en el país al que llegó hace 15 años desde Murcia. "De repente me sentí como una extranjera, algo que no me había ocurrido nunca. Desde entonces ha salido a relucir un cierto sentimiento de superioridad inglesa, los veo menos tolerantes".

Vive en Crambrook, en el condado de Kent, y durante siete años trabajó dando clases de español a ejecutivos en la City. De momento se ha tomado una pausa laboral. Por lo que pueda ocurrir con el brexit, su familia se está blindando. "Martin, mi marido, se ha sacado el pasaporte irlandés, la nacionalidad de su madre y el carnet de conducir internacional. Yo ya tengo la residencia y aunque no lo había pensado hasta ahora, voy a pedir el pasaporte británico".

Daniel Dorado | Empleado de banca, 30 años

“Hay un descenso en la demanda de empleo”

Hace dos años, el banco en el que trabajaba en Madrid le ofreció enviarle a Londres. "Llegué cuando ya había mucha incertidumbre con el brexit", comenta en el despacho que ocupa con otras dos compañeras en la City. La situación no le ha afectado personalmente, pero ha visto un gran cambio en el ámbito profesional. "Hay bastante movimiento en el sector financiero. A muchos amigos que trabajan en bancos de inversión no europeos, sobre todo, les han trasladado a París, a Fráncfort y, en menor medida, a Madrid y otros sitios. Incluso algunos han acabado en Estados Unidos". Los efectos del divorcio con la UE también los percibe en las ofertas de empleo. "Se nota una baja importante en la demanda de trabajadores. La incertidumbre no ayuda. Los bancos no saben cuántos empleados van a necesitar aquí o en otras ciudades", expone.

Guillem Matallanas | Arquitecto, 36 años

"No las tienes todas contigo"

En enero hará cinco años que este barcelonés llegó a Londres para estudiar un máster de diseño gráfico. Desde entonces muchas cosas han cambiado en su vida. Trabaja en lo suyo, y vive con su novio inglés en el barrio de Tower Hamlets. "Mi plan es quedarme, pero el brexit, me produce ansiedad. No las tienes todas contigo. Unos políticos dicen una cosa, otros otra", expone.

Él está convencido de que, pase lo que pase, el Reino Unido saldrá adelante, pero teme el impacto económico. "Lo que me fastidia es que he vivido una crisis en España siendo arquitecto. No me echaron, pero psicológicamente fue muy duro y no tengo ganas de volver a pasar por lo mismo. Mi trabajo ahora está relacionado con el sector de las organizaciones no gubernamentales. Me imagino que la inversión social se va a ir al traste".

Mariví Llosa | Periodista, 57 años

"La situación se está radicalizando"

Su caso es exactamente el contrario del de muchos otros. Hizo todo el papeleo tras el referéndum. Obtuvo residencia permanente, nacionalidad y el pasaporte. Ahora, en cosa de una semana, ha decidido que se marcha. Deja la oficina londinense de Associated Press, donde lleva años trabajando, para reincorporase a un puesto en Sevilla. La familia y los amigos son un factor en la vuelta, pero también pesa el brexit. "No me gusta nada cómo se están llevando las cosas y por dónde va la gente en este país, que siempre ha sido tan tolerante. La situación se está radicalizando", describe.

En su barrio de Camden se siente como pez en el agua, pero "la sensación es que esto va a ir a peor". "El paisaje social ha cambiado. Con Boris Johnson, que es como Donald Trump, se está permitiendo un lenguaje y una deriva peligrosas", lamenta.

Borja Soler | Informático, 28 años

"Hay mucha frustración de los ingleses por esta situación”

Borja Soler se mudó a Londres hace 4 años, poco antes del referéndum. Trabaja como administrador de bases de datos, y su mayor preocupación es el impacto económico que tendrá el brexit. "La libra ha perdido mucha fuerza y cabe esperar que perdería todavía más con una salida sin acuerdo", explica este barcelonés.

"Se abren muchas dudas sobre qué hacer con los ahorros que puedas tener", añade. Borja reconoce que a nivel profesional no ha percibido nada que le lleve a temer por su puesto de trabajo o el contrato del piso en el que vive.

"Me pregunto si los ciudadanos europeos tendremos que pasar por colas más largas cada vez que entremos en el país”, expone, al considerar la libertad de movimientos una cuestión prioritaria. También le inquieta un posible aumento en los precios de los billetes de avión, si bien cree que el impacto "no sería inmediato".

"Boris Johnson tiene un perfil más caciquil [que Theresa May]. Queda muy claro quién es cuando ves cómo Donald Trump le apoy a e incita a que siga adelante con su estrategia". Borja afirma que nunca ha vivido ningún tipo de actitud discriminatoria, pero si nota "un cansancio y frustración general en los ingleses hacia toda esta situación".

Enrique Benítez | Consultor, 26 años

"May hizo errores, pero es seria. Johnson es un bufón"

Como muchos otros, Enrique Benítez es crítico con la gestión y la actitud del premier británico al que califica como "un bufón, un showman y un populista de libro". El consultor, que vive en Manchester, una de las zonas que puede verse más afectadas, piensa que Johnson está haciendo una "propaganda impresionante sobre mejoras que quiere implantar en sanidad y educación".

Este joven nacido en Jerez de la Frontera admite que no ha planificado nada ante eventualidades futuras, "más allá de estar al corriente de lo que está pasando". El Gobierno británico se ha comprometido a mantener los derechos de los ciudadanos de la UE. "Espero que así sea", señala. Además de esperar que los productos de primera necesidad no se encarezcan se muestra esperanzado con que no haya brexit sin acuerdo.

Alba Carrasco Monclús | Desarrolladora, 31 años

"Es un desasatre que va a dividir más a los británicos"

Alba Carrasco, que ya lleva 9 años en Londres, considera que el brexit acarrea preocupaciones por los derechos laborales y de libre movimiento, así como respecto al "suministro de medicamentos y la disponibilidad de verdura y fruta fresca".

"¿Cómo va a afectar al negocio y el tráfico de mercancías?", se pregunta Alba, que trabaja en una compañía internacional que depende de la importación de materiales de la República Checa. “[Johnson] Es un desastre que ha llevado a su partido hasta un extremo que solo va a dividir más a un pueblo ya muy fracturado", explica. Y advierte de que la suspensión del Parlamento es un movimiento "antidemocrático".

Además, con menos de dos meses hasta el día límite para el brexit, la barcelonesa se siente disgustada porque el Gobierno británico sigue sin adoptar "medidas tangibles para resolver los conflictos que se presentan", como la salvaguarda irlandesa, conocida como backstop.