Al menos 12 personas han muerto la medianoche del jueves en un ataque armado perpetrado por un comando terrorista del Estado Islámico contra una peña de aficionados iraquís del Real Madriden la localidad de Balad, al norte de Bagdad.

El ataque se produjo cuando un grupo de hombres armados asaltó el local, una cafetería con las paredes cubiertas de pósters del Real Madrid que a esa hora estaba llena de jóvenes, la mayor parte de ellos chiís. Los atacantes comenzaron a ametrallar a los asistentes, causando la muerte de una docena de ellas y heridas a otros 25.

Las fotos del local muestran charcos de sangre y, en las paredes, grandes fotografías del entrenador del Madrid, Zinedine Zidane.

Los terroristas huyeron y uno de ellos se hizo estallar más tarde en un mercado cercano causando otros cuatro muertos. Otro de los terroristas fue capturado por los habitantes de la localidad, que lo quemaron vivo y colgaron su cuerpo boca abajo de una farola.

Horas más tarde, la organización yihadista hizo público un comunicado en que se atribuía ese y otros ataques.

Esta no es la primera ocasión en que los terroristas del Estado Islámico atacan al fútbol, ya sea a quien lo practica o a quien lo sigue como aficionado, ya que consideran que el deporte es una actividad antiislámica.

El pasado marzo, un terrorista atentó durante la entrega de premios de un torneo de fútbol aficionado en la localidad de Iskandariya, matando a 30 personas, muchas de ellas niños que acababan de jugar.