El gobernador de Washington, Jay Inslee, declaró estado de emergencia sanitaria por el reciente brote de sarampión que ha afectado, principalmente, al condado de Clark, ya que desde el 1 de enero se han dado caso de 30 personas que se han contagiado, todas ellas debido a que no se habían colocado la vacuna contra dicha enfermedad.

"Crea un riesgo extremo para la salud pública", declaró el gobernador de Washington.

Cabe destacar que esta enfermedad se puede propagar rápidamente en la población: "El sarampión es una enfermedad infecciosa altamente contagiosa que puede ser fatal en niños pequeños", alertó Inslee.

El sarampión puede ser más perjudicial en los más pequeños, aunque una vez aplicada la vacuna, las posibilidades de contagiarse son mínimas, por ello Jay Inslee destinó los recursos que fueran necesarios para hospitales y vacunas por el beneficio de la ciudadanía.