W eChat tiene los días contados en EEUU, mientras TikTok gana tiempo para finalizar su venta a una compañía estadounidense. Esas son las principales conclusiones que se extraen de las medidas anunciadas ayer por el Departamento de Comercio, el último capítulo del pulso que mantiene la Administración de Donald Trump con dos de las joyas de la tecnología china en el mundo. A partir de mañana, las descargas y actualizaciones de ambas aplicaciones quedarán prohibidas en EEUU y, en el caso de WeChat, también todas las transferencias monetarias y cualquier tipo de servicios en internet que permitan a la aplicación operar normalmente. Unas restricciones que no se aplicarán a TikTok hasta el 12 de noviembre.

WeChat será el principal perjudicado de la criba, una aplicación que combina servicios de mensajería, redes sociales y transferencias de dinero. Propiedad de Tencent, la mayor compañía de videojuegos del mundo, tiene más de 1.000 millones de usuarios en el mundo, de los cuales unos 20 millones la utilizan diariamente en EEUU, principalmente entre la diáspora china y las empresas con negocios en Asia. Si bien WeChat no quedará del todo prohibida a partir de mañana, su funcionalidad se verá seriamente afectada, con velocidades que prácticamente impedirán que se carguen las páginas, según Comercio.

«Las acciones de hoy demuestran una vez más que el presidente Trump hará todo lo que esté en su poder para garantizar nuestra seguridad nacional y proteger a los estadounidenses de las amenazas del Partido Comunista Chino», dijo el secretario de Comercio, Wilbur Ross, tras anunciar las nuevas medidas. Ross afirmó que ambas aplicaciones recogen «vastas cantidades de datos» de sus usuarios, desde la identidad de sus ordenadores, a los datos de localización o su historial de búsqueda, lo mismo que hace cualquier aplicación. «Las dos son participantes activas del complejo civil-militar chino y deben cooperar de forma obligatoria con sus servicios de espionaje».

Su Administración nunca ha presentado pruebas de ello y la mayoría de expertos creen que sus argumentos no son más que un pretexto para dejar fuera del mercado estadounidense a la tecnología china. Una estrategia que se explica por motivos políticos, pero también económicos, dada la creciente amenaza que China representa para el papel hegemónico de EEUU en el mundo. También es verdad que hackers chinos han sido acusados de robar información de empresas y agencias gubernamentales estadounidenses. O que Pekín prohíbe la actividad de muchas aplicaciones y compañías norteamericanas en su ciberespacio.

La subsidiaria de ByteDance parece haber llegado a un acuerdo con Oracle y Walmart para que se hagan cargo de sus operaciones en EEUU. Pero apenas han trascendido detalles y no está claro que satisfaga las condiciones de la Casa Blanca, que exige que sus empresas se hagan con la mayoría del capital de la compañía. Oracle y TikTok solo han dicho que tienen un acuerdo para asociarse, en el que la compañía de software prestaría servicios en la nube a la aplicación china. H